¡BENDITA SEAS !.



Con este solo poema no alcanzo
a describir y ponderar tus dones
y todo lo que para mi supones;
por ello de alabarte no me canso.


Reúnes en ti lo que un hombre busca:
una perfecta y clásica belleza,
además inteligencia y nobleza
de carácter,a quien nada le ofusca.


Ofrece tu boca dulce saliva,
en tus íntimas honduras placer
que me sacia y me convierte en el ser
más dichoso que en esta tierra viva.


Me aceptas como soy,yo hago lo mismo;
no te reprimes para hacerme un mimo,
cuando estoy triste o, tal vez me deprimo,
con tu mano me sacas del abismo.


¿ Cómo,me pregunto,no bendecirte ?
Das a mi vida un norte y sentido;
por eso te amo y estoy agradecido.
¡ Bendita seas !,déjame decirte.