Las piedras vagan su quietud en el patio,
guiña el ojo izquierdo el ventanuco del baño
y una maceta se tropieza con la pared.
Los gatos buscan la vía láctea en los rincones,
a sobre cerrado una carta vuela hasta las baldosas,
no hay pestañas postizas que la miren,
ni siquiera los gorriones, marchitos cansados y sumisos
le prestan atención a la volátil esquela.
El tiempo pasa, blanco, rojo o negro,
después solo queda un antiguo esqueleto de letras
que una cadena de hormigas
entierra junto al viejo naranjo. Nada mas.
Hoy las cartas son solo un eco en las ruinas.
Texto agregado el 08-06-2017, y leído por 164
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Lectores Opinan
10-06-2017
Hay cartas que sólo son un esqueleto de letras. Es así. Por suerte otras no. Saludos. Clorinda
08-06-2017
Hay cartas que rapidamente se degradan con el tiempo y tambien hay otras que los enamorados/as las guardan por el resto de sus vidas. vicenterreramarquez