Ya no tengo ganas de cosas,
no estoy para esto y ni para aquello,
no me emociona la bohemia,
la vida por la noche,
la música y el vaso tras vaso.
La gente canta y canta,
mas sin saber lo que dice cada letra;
ellos solo proclaman un rezo
que jamás lo han entendido,
descargan su energía
para mostrar que tan faltos
están de amor propio.
Ya no estoy para esto,
para los llantos y las emociones
de letras furtivas y tragos obligados
de amor, licor y amargura,
pensando que así
la vida tendrá más sabores
de los que no ha podido conseguir
en estas últimas ocasiones.
Buscar para encontrar
algo que ni siquiera se sabe
que te pueda servir.
Solo una migaja de emoción,
aunque sea un poco parecida
a la que alguna vez se tuvo en el pasado,
basta para creer
que aquello está volviendo
y hasta logramos con ello
mentirnos diciéndonos
que aquello vuelve con mas fuerza.
Ya no estoy para estas caretas,
estas que nos ponemos cada día
para ser algo que no somos
y nunca somos lo que de verdad se es;
terminaremos sacándonos la cara,
destapando nuestras infinitas facetas fingidas.
Ya no estoy para obligarme,
para impulsarme,
para desearme ser un otro,
solo quiero que alguien sea por mi,
que me tome en sus brazos por un rato
y me rece un par de oraciones
que le hagan sentido a mis súplicas,
y con esto poder dormir
aunque sea por un día
en profunda paz. |