Estos días saltó a los medios de comunicación la actitud heroica de dos españoles en los últimos atentados terroristas en Londres.
Ignacio Echeverría de 39 años sigue desaparecido después de que defendiera con uñas y dientes a una mujer atacada por los yihadistas. La última vez que se le vio fue tirado en una acera pues su valentía le costó cara.
El otro héroe es un gallego que se acuarteló en su bar con 40 personas más, que así pudieron salvar la vida.
El terrorismo internacional es una seria amenaza para la ciudadanía que ya ha provocado numerosas tragedias.
Llama la atención en ese fondo dramático y goyesco la figura de esos dos héroes.
No cabe duda de que junto al mal luce la cara del gesto filantrópico de esos dos seres humanos, ellos sí metecedores del adjetivo.
Fanatismo frente a civismo. Humanidad frente a barbarie.Luces frente a sombras. Cobardía frente a arrojo.Muerte frente a lucha por la vida...
Esos rasgos constituyen el cuadro.