La banda
Tres años siete meses dos semanas y cinco días fue lo que le tomo a esta banda poder tocar frente a un público en un teatro. Tan solo después de un poco tiempo que una canción suya sonara en la radio basto para que se cumpla su sueño. La gente espera ya está ansiosa las luces se apagaron el show está por comenzar. La banda sale uno a uno al oír el grito, se miran el uno con el otro miran hacia adelante y comienzan. Los riffs de las guitarras crean el ambiente de euforia, el sonido del bajo pone la base y cuando la batería comienza a tocar la gente explota y el cantante arranca. Al ritmo de su música el publico empieza a saltar a corear en un estado de éxtasis que ninguna droga puede crear, la cara de alegría de cada una de esas personas que se encuentra del otro lado del escenario se distingue desde lo lejos. La banda se mira entre si y sin la necesidad de decir nada lo saben, lo lograron.
Eso solo fue el principio, es turno de la segunda canción ¿Se puede tomar un principio exitoso como un éxito? El coreo de la gente ya no se escucha tanto, bueno la canción no es tan conocida, dice el guitarrista, pero es muy intensa por siguen saltando le grita el baterista desde atrás sin dejar de tocar. De acuerdo ahora es la tercera, antes de comenzar el cantante les sugiere a los demás hacer un pequeño cambio en la lista, hagamos el cover así la gente no se apaga, dice. No es lo que ensayamos, se miran los demás, pero bueno no hay tiempo hagamos el cover, en un segundo se deciden. Los primeros acordes de la melodía ajena empiezan a sonar y el coreo de la gente se detiene, ahora por completo. La banda no puede, no quiere, no acepta que el publico de muestras de desaprobación por su música, en sus rostros se ve la mejor expresión de ¡Hace dos canciones atrás nos amaban! Los nervios crecen. El guitarrista no encuentra su púa, el recital continuo. La gente comienza a irse al paso que el cantante desafina más y más en cada canción. Los nervios crecen. El bajista y el baterista confunden canciones. El recital se acaba. La banda se junta en el frente del escenario saluda, la gente que queda los despide con un tibio aplauso
El show termina, y en el camerino la banda discute ¿qué es lo que realmente importa? Tendríamos que haber respetado la lista, dice sollozando el bajista ¡pero la armamos mal¡ grita el cantante. El ambiente tenso que hace parecer que al aire se lo puede cortar con un cuchillo se siente. Un minuto de silencio. Si esto va a ser así yo no sigo amenaza el guitarrista y mirando al miembro restante pregunta ¿Vos no vas a decir nada? El baterista sonríe, de que te reis no viste como nos fue, grita el cantante. Después de tomarse unos segundos, el baterista le responde con una sonrisa, ¿no lo ven? Llegamos a donde queríamos.
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