Estoy en mi pieza acostado en la cama, no tengo nada que hacer, cierro mis ojos y tu vienes a mí, puedo observar tu bello cabello que brilla en esta oscuridad en conjunto con tu hermosa sonrisa. Puedo verte caminando junto a mí, juntos tomados de la mano y tú me das un tierno beso.
Seguimos caminando y nos internamos en la espesura de un precioso bosque, los grandes árboles verdes parecen ser nuestros aliados, hace mucho frío, pero me envuelvo con el calor de tu cuerpo… Miro al cielo y contemplo su hermosura, tú estás recostada en mi hombro, escucho poco a poco el palpitar de tu corazón.
Pasa el tiempo, y a lo lejos se escucha el canto de un pájaro, sus melodías son demasiado bellas. De pronto te prendes a mis labios y después del largo beso me dices que me quieres.
Despierto y me doy cuenta que aquello fue solo un bello sueño, pero sé que al cerrar los ojos nos transportamos a mundos inimaginables y que lo que sucede al cerrar los ojos es cierto porque es un regalo de Dios.