Esta noche hubiera necesitado
un abrazo que contuviera esperanzas,
un abrazo que rompiera fantasmas
y abriera, frente al precipicio, sus alas,
un abrazo que abrigara mi alma.

El llanto y la desesperanza
cercando con lenguas de fuego mi cuello,
no puedo rendirle cuentas
a las faltas de tus besos,
no quiero darme por vencida
y levantarme es lo que intento.

Era menester tu sonrisa
eclipsando como un sol
en mi perenne mística,
era un capricho, cariño
poseer tu mirada sobre mis hombros
para aliviarme del peso del cosmos.

El sueño llega
y las voces se acentúan en murmullos,
las ausencias reposan
en un incierto nocturno.

Serás un enigma sin resolución,
serás lo mejor que me ha acontecido
en estos años de falsos constructos,
serás pan y poesía, mi amor
serás primacía y desobediencia,
serás invierno y penitencia
para un corazón que ama
y desde sus cenizas se reinventa.