Tengo un profesor que cuando lo fui a visitar llevando este libro bajo el brazo me dijo “mijita a usted sí que le gusta leer tochos” se refiere a que él nunca ha entendido mi gusto por los clásicos y en especial los clásicos rusos, considera que esa literatura es ajena a nuestra actual realidad latinoamericana y que no me aporta nada en el desarrollo de mi intelecto; me conto que cuando joven milito en la JUCO (Juventud comunista) vio la obra de teatro inspirada en el libro varias veces y que ahora se le tornaba una obra odiosa de profundo corte marxista.

Máximo Gorki se inspiró en una historia real para escribir; Anna Kirílovna Zalómova fue la madre de Piotr Zalómov un obrero metalúrgico que fue arrestado en una manifestación anti zarista en Ivánovo y que se hizo reconocida por integrar de forma activa la causa revolucionaria de su hijo convirtiéndose en una combatiente dentro del movimiento que buscaba el derrocamiento del sistema de la época. El escritor toma esta historia y crea el personaje de Pelagueia Nilovna esposa de Mijail Vlasov y madre de Pavel Mijailovich, el primero un cerrajero obrero en una fábrica dado a la bebida y violento con su familiar, y el segundo un buen muchacho también obrero de fábrica sin vicios más peligrosos que la lectura (¿acaso existe un vicio más peligroso que la lectura?) madre adoptiva también de Andrei Najodka el “jojol” al que inclusive lleva a vivir a su casa y del que ocasionalmente se siente más cercana que a su propio hijo Pavel, del brusco Nikolai Vesovschikov, del salvaje Rybin, de Natasha Vasilievna la chica dulce escapada del entorno acomodado y de Sashenka el gran amor de su hijo que no llegan a concretar a causa de sus prioridades idealistas; a todos ellos y a muchos más del movimiento revolucionario de la época los acoge en su seno protector sin importarle su condición social solo viendo en ellos su sencillez y la capacidad de lucha por el otro.


Pelagueia se nos presenta como una mujer sufrida casada demasiado pronto con un hombre borracho y maltratador que la tomaba como receptora de sus frustraciones, con esa clase de vida ella pierde la capacidad de soñar, olvida que es leer, olvida que es sentir, olvida que es desear, inclusive olvida su vida anterior al matrimonio y cuando Mijailovich muere encuentra la posibilidad de escapar y ser por primera vez ella misma, es de alguna forma una persona que por fin tiene el derecho de auto reconocimiento, de repensarse, de empezar a pensar por sí misma y cuestionarse la forma en que vive ella y los sucesos que se desarrollan en su entorno; el conocimiento que poco a poco se aventura a consumir la hace libre porque le permite generar su propia postura (aunque influenciada por el amor maternal a su hijo y sus compañeros) frente a la vida, claro está esa postura está enmarcada en la realidad que vive, una sociedad con profundas diferencias sociales donde se reprime el pensamiento y se viven injusticias (como también lo es la actual), empieza su viaje de forma tímida para terminar siendo la más valiente y fuerte luchadora de la causa sin importarle ya la represión del estado pero sin abandonar nunca sus convicciones religiosas.

A todas luces el personaje de la madre es bastante complejo dándonos una muestra de la capacidad de Gorki para caracterizar por medio de una pluma simple y virtuosa; el libro a pesar de ser un clásico de la literatura rusa (famosa por su dificultad lectora) se me torno sencillo y placido de leer de hecho lo hice mucho más rápido de lo que me imaginaba porque no podía despegarme de la historia, los otros personajes también son muy ricos, desde el hijo parco y metódico dotado de una frialdad solo comparable a su inteligencia y compromiso social tan comprometido con la causa que no solo se sacrifica a sí mismo sino también sacrifica a sus dos mujeres, la madre que lo adora y lo cuida y su amor romántico al que abandona constantemente por razones según el más nobles; también está el personaje del “jojol” un ser humano a mi parecer más agradable que Pavel, alguien con quien te gustaría sentarte a tomar un vaso de café, siempre sonriente, siempre bondadoso y dispuesto a la entrega desde la grandeza de un hombre sencillo que enamora el corazón de la madre hasta hacer que esta le quiera tanto o inclusive más que a su propio hijo. Con ellos vienen una cuadrilla de personajes ricos y complejos con muchos matices que los hacen reales al lector llegando a sentirlos parte de su círculo íntimo.

Leer a Gorki no solo fue un placer por su riqueza literaria sino por lo confrontante de las ideas que expone, no es uno de esos libros que terminas guardas en la biblioteca y después no recuerdas nunca más, es más bien uno de esos que quieres subrayar todo (yo lo hice) y te pica las ganas de volver a leerlo cada vez que lo ves, un libro que sin importar tus ideas previas sobre la política te aporta elementos que te harán reflexionar sobre la libertad y el espíritu humano; las banalidades empiezan a serte más evidentes cuando tienes la oportunidad de compararlas con argumentos de gran peso, las cosas te empiezan a incomodar, te haces preguntas, te planteas ideas y al terminar la última página te das cuenta que sin importar tus creencias políticas ya no sos el mismo que al empezar, te has hecho peligroso.

Infortunadamente “La madre” aunque mi profesor piense lo contrario se me torno muy actual y acorde con nuestra realidad latinoamericana, está bien aquí no hay Zares (bueno por lo menos no oficiales) pero existen terratenientes y clanes políticos que han gobernado por años vendiéndonos la idea ilusoria de una democracia que es falsa ya que solo cumple el papel de taparnos los ojos ante el nepotismo de familias que se han perpetuado en el poder, la diferencia es que al Zar nadie lo votaba entonces su gobierno podría ser cuestionado y considerado ilegitimo ya que el derecho sanguíneo es más fácil de cuestionar que la supuesta “libre elección” del voto popular donde vamos como borregos contentos al matadero pensando que realmente somos elementos activos del engranaje político. El sistema económico actual es tan opresivo o inclusive más opresivo que el de la época de Gorki (la madre fue publicado en 1907), tenemos menos oportunidades y hemos caído en el engaño de pensar que si cumplimos algunas normas (ser buenos estudiantes, cumplir la ley, ser buenos trabajadores, casarnos jóvenes, pagar nuestras cuentas etc.) podremos alcanzar un estado de bienestar que nos hará feliz, cuando la realidad es otra y miles de jóvenes adultos estamos dándonos cuenta que nos vendieron una quimera y que en la realidad el acceso a los recursos está determinado por barreras independiente a nuestras capacidades y esfuerzos (ya lo decía un nobel de economía un chico pobre morirá pobre aunque sea inteligente y se esfuerce y un chico rico morirá rico sin importar que tan vago y estúpido sea) la estructura social actual es tan rígida como lo era en la época zarista solo que ahora tiene el agravante del engaño donde te venden la idea de que si luchas podrás mejorar tus oportunidades lo cual no es más que una idea falsa que te cuesta caro cuando lo descubres y terminas desesperanzado como los protestantes españoles “indignados” frente al incumplimiento de las promesas que les hizo la sociedad y que ellos intentaron alcanzar de forma “correcta”. (*)

“La madre” es una historia de lucha no solo política sino de lucha y transformación del pensamiento del lector, de cuestionamientos morales sobre la base en la que están cimentados sus valores, sus sueños y sus expectativas y también es una historia de amor, de amor al hijo, a los hijos, a la causa, al otro que no es más que un conocido desconocido, de empatía y del entendimiento de que solo buscando el bienestar del otro podremos hallar el propio. El amor romántico se torna un lastre del que los revolucionarios deben desprenderse para no distraer su mente de la misma forma que se encuentra su corazón, evitando generar lazos sentimentales más fuertes que su amor a la causa, sacrificar el ser amado y a sí mismo es un paso importante en el hacer revolucionario y cuando el “jojol” encuentra a quien amar Pavel lo reprende y lo instiga a dejar de lado esa distracción de la misma forma que él lo hizo.

Yo no sé mucho de feminismo (quisiera poder reparar esto) pero me atrevo a afirmar que Pelagueia Nilovna se me hace un personaje sumamente feminista, una mujer realmente empoderada en su papel, que empieza de forma tímida su caminar por la autoconciencia y termina siendo un elemento determinante para los otros, ella se cuestiona y cuando encuentra las respuestas llega al punto de ser tan valiente de defenderlas así los demás encuentren chocante que una mujer de su edad tenga ese tipo de pensamientos, ella sabe que nadie cree que ella pueda ser peligrosa (peligrosa en términos de transgresora y transformadora social) y se aprovecha de ello para generar un cambio en su entorno llevando sus ideas y amor a sitios insospechados; ella es el verdadero pueblo no el de los intelectuales un poco resguardados en sus libros y alejados de la realidad, ella es el alma de la revolución que empieza a gestarse siempre desde los supuestamente más débiles, ella es una mujer que aunque influenciada por su entorno toma sus decisiones propias con valentía llegando inclusive a defender sus creencias religiosas a pesar del ateísmo reinante de sus seres amados; no es un personaje como las heroínas de las distopias modernas (juegos de hambre etc.) valentonas sin sentido; no ella aprende paso a paso sobre sí misma y se da cuenta que sus deseos y necesidades son a la vez los deseos y necesidades del pueblo llegando a convertirse en el pueblo mismo. La única forma de hacer una revolución es empezando desde uno mismo, movilizando nuestros miedos y afrontando nuestros más íntimos temores, revolucionándonos podemos revolucionar el mundo y ella así lo entiende y así lo hace.

“La madre” no es solo un grito a la libertad es un grito a la libertad femenina, personajes como Pelagueia, , Natasha, Sashenka, Sofía y Liádmela nos muestran mujeres empoderadas no solo en la causa política sino en la propia causa de sus libertades individuales, lo hacen desde sus posiciones de madre, estudiantes, maestras y burguesas venidas a proletarias que no dudan en ofrecer al otro su capacidad de lucha y amor, todas diferentes y todas de una gran complejidad narrativa que nos hace sentirnos identificadas con cada una de ellas generando el sentido de colectividad femenina donde los hombres siguen existiendo pero ven relegadas sus posiciones frente a unas mujeres que han aprendido a conocerse a sí mismas. Este ejercicio literario se me parece muy valiente viniendo de Gorki un ruso con muy mala suerte en el amor que estaba inmerso en una sociedad autoritaria y de orden machista; en cuyo caso no es solo un escritor de tintes comunistas sino yo llegaría a afirmar que mucho más feminista que muchos de los que hoy dicen serlo (es mucho más feminista un personaje de Gorki que uno como el de Susana de José Agustín que se precia de ser el primer feminista mexicano y donde no encontré más que caprichos y sin razones de una rebelde sin mucha causa), Gorki es un escritor valiente que se confronto con la época y que termino de alguna forma siendo absorbido por aquellos a los que el enfrentaba, se dice que finalmente fue asesinado por Stalin después de que su fama fuera aprovechada por el régimen opresor y de sentirse incomodo en el engranaje social al que había ayudado a crear, no sabía que sus ideas serian tergiversadas como excusas para un horror tan o más cruento que el mismo periodo zarista; Gorki fue un buen intencionado que vio perdida su obra dentro de un marco de poder que no alcanzo a calcular y del que intento escapar sin lograrlo. Por eso es bueno no verlo como un escritor de estricto corte comunista sino como un escritor de la libertad, un hombre que siendo huérfano y de condición humilde con una vida azarosa y llena de pesares fue capaz de enfrentar sus ideas anteponiendo al otro frente a sí mismo; ya es hora de que la historia lo desligue del sistema comunista y le dé el papel que le corresponde dentro de los autores valientes que llevaron sus voz a lo más alto de los valores humanos.

Definitivamente hay que leer a Gorki y hay que leer “La madre” para ayudarnos en el proceso de auto descubrirnos y de empezar a creer una conciencia colectiva, también hay que leerlo porque es un autor de pluma exquisita no en vano fue nominado varias veces al premio nobel de literatura, constructor de personajes complejos y reales, idealista hasta el término de la inocencia y hombre de grandes principios que supo pasar por encima de su sufrimiento personal para darle a los otros lo que el no tuvo la oportunidad de tener, fue una mente lúcida adelantado a su época y tristemente utilizado de forma infame por un régimen opresor, un hombre que salió desde las entrañas del mismo pueblo y al pueblo se dio. Si tuviera que calificar el libro le daría 13 de 10 puntos posibles pero como calificar libros es una costumbre odiosa prefiero decir que me transformo.

22 mayo 2017. @danesda

(*) https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_15-M para saber sobre el movimiento de "indignados".