Aun recuerdo cuando entraste a aquel departamento lleno de humo y de alcohol, yo tenía prohibido acercarme a ti por respeto a aquella amistad de años que tenia con esa amiga a la cual le gustabas y por quien estabas ahí, pero se me hiso imposible mantener ese respeto porque justo llamaste mi atención como nadie más lo había hecho y es que como no lo arias si esos lentes y ese particular suéter de bicicletas que después me serviría para cubrir mis senos desnudos, pero bueno esa es otra historia, como decía, esos dos accesorios mas aparte tu cabello acomodado perfectamente hicieron que mis pies se dirigieran a ti, para ser sincera no recuerdo ni una palabra de lo que hablamos esa noche no sé si fue por mi estado de ebriedad o porque me perdí observando aquel tatuaje que tenias en el antebrazo, para cuando reaccione tú te estabas despidiendo, saliste y sabía que tenía que ir por ti y no dejarte ir, así que como un imán me dirigí hacia a ti con la esperanza de que al verme regresaras a la pequeña fiesta, pero para mi sorpresa estabas esperándome recargado en aquel carro viejo del vecino, al verte sin pensarlo mis labios pronunciaron “te quiero besar”, tu estúpidamente contestaste “yo igual”, en fin, me besaste tan rico que aun puedo recordar ese justo momento en que tus labios tocaron los míos, fue tan suave, tan lento pero a la vez con tal fuerza que me desnudaste en segundos; y no precisamente me quistaste la ropa, aun no sé si te quedaste por aquel beso aunque muchas veces lo dudo porque cuando entramos no podíamos besarnos o hacer algo mas ya que tus amigos y mis amigas estaban ahí, se nos paso la noche entre platicas, risas, alcohol, humo de cigarro ,de marihuana y otras tantas sustancias que ya no recuerdo solo sé que hacían que mi mente no pensara en nada más que en volver a besarte, cuando nos llego la mañana decidimos ir a desayunar todos, mientras comíamos en aquel restaurante donde todos moríamos de calor a alguno de tus amigos se le ocurrió la gran idea de ir a un balneario, así que esa tarde la pasamos en el agua, tratando de no hablarnos porque sabíamos que no aguantaríamos y volveríamos a besarnos, para cuando nos corrieron de aquel sitio ya estaba oscureciendo todos teníamos que regresar a casa, tu propusiste seguir la fiesta en la casa de tu madre que ese fin de semana no estaría, yo sabía que tenía que ir a mi casa pero moría de ganas de ser tuya así que no me importo lo demás y dije que si iba, solo una amiga mía y un amigo tuyo dijeron que también iban, así que nos fuimos, cuando llegamos a tu casa tú te enojaste por que en la casa estaban los amigos de tu hermana mas tardaste en correrlos que en lo que tardamos en quitamos la ropa, y ahí en esa cama con sabanas rosas, enfrente de ese espejo que nos permitía vernos me llevaste al paraíso, y es que aunque Tú eras un extraño me entregue a ti como nunca antes lo había hecho, y ahora que estamos lejos puedo decirte que fuiste EL mejor extraño y es que aun puedo recordar tu tacto en mi piel fue como si cada uno de tus poros abiertos coincidiera perfectamente con los míos y al momento de unirse se cerraran para jamás poder separar nuestros cuerpos, mis dientes mordiendo tus labios con esa respiración agitada que solo de recordarla me excita y tus manos en mis glúteos marcando el tiempo que debía llevar para así llegar juntos a aquello a lo que los humanos hemos llamado orgasmo; No recuerdo en qué momento quedamos dormidos y eso fue lo que lo hiso diferente, habíamos creado nuestro paraíso en el cual no importaba nada, solo era yo y tu ó tu y yo pero nada más, claro tu aun no sabias acerca de nuestro paraíso así que en la mañana me dijiste que la habías pasado bien, que te había gustado pero que debía irme, así que tome mis cosas y me llevaste a mi casa te puedo apostar que te despediste como nunca lo habías hecho con otra extraña, y es que fue con un beso en la boca y un te quiero, lo peor fue cuando te diste cuenta que a pesar de que cada noche cambiabas de paraíso no había ninguno como el de nosotros, puesto que ya era demasiado tarde; yo estaba a miles de kilómetros de ti, y no podíamos hacer nada para volver a estar juntos.

Ahora solo nos queda el recuerdo y la esperanza de que algún día coincidamos, mientras seguiremos buscando un paraíso similar por que igual sabemos que no existe, solo te puedo decir que no fuiste “TU” …fuiste “EL” ….sabes a que me refiero.