Busco en medio de la madrugada,
tu voz
tus labios,
para rosar en medio de la tenue luz,
luz de habitación que ha sido testigo de todo,
testigo de los momentos de amor,
momento de exaltación
de corazones acelerados,
fríos apaciguados por calores de cuerpos atados
por la lujuria,
por la posesión,
por la filtración de placeres en medio de miradas,
miradas Truncadas por el miedo,
por el temor
de enamorar, de descubrir, de amar.

Cae la densa lluvia y tu respiración acaricia mis poros,
mis labios tocan tu cuerpo,
no queda nada de nada,
solo nuestros cuerpos agazapados,
en medio de la oscuridad, pero sabiendo que cada momento venidero,
puede ser el último
o el primero de una infinidad.

Reposo eterno,
reposo efímero,
en medio del calor
mi cuerpo clama,
el tuyo exhala
deseosos de ser uno nuevamente,
el ding dong del reloj termina el tiempo estipulado
las piernas nuevamente emprenden la huida,
los ojos carentes de luz muestran la culpa
muestran el dolor,
el placer consumado,
consumido en medio del frio de la madrugada
que carcome mi cuerpo,
carcome mi pensar,
carcome mi soñar.