Un día tranquilamente me acosté en el jardín de mi casa mirando al cielo, y me puse a conversar con Dios, le dije a Dios: el hombre es malo... este me escuchó, pero nada respondió..., al no responderme, le digo: el hombre es bueno, pero dentro de cada bondad encierra el sueño de una posibilidad... Dios seguía en silencio hasta que alguien tocó mi hombro... volteé y vi que era Dios en la forma de una sombra... entonces le digo a Dios: el hombre es una sombra.... La sombra que era Dios creció hasta volverse en un cielo totalmente oscuro, luego brillaron estrellas en el firmamento... el hombre no sabe quién es, le dije, mientras veía toda la oscuridad del cielo... de pronto, nació el alborear y del fondo de ella, brotó el sol poco a poco... las aves empezaron a piar, los árboles movían sus ramas, y la tierra respiraba... quise hacer otra pregunta a Dios, pero noté que cada punto de todo cuanto estaba en el presente, me miraba con mucha paz y amor... entonces, me levante y entre a mi hogar, dentro de mí, brillaba la paz en cada instante de mi existencia... |