La luz guarda respeto por las sombras, se propaga silenciosa, más impetuosa, se detiene ante una frontera invisible y se derrama. La sombra queda inerte, oscura, latente, dejándose acariciar dulcemente por la luz. De felicidad se torna clara, clara, más clara, y como en un acto de magia de pronto se diluye. Luz y sombra son amantes en un fortuito encuentro que dura una vida, un segundo.
Todo se desliza suavemente hacia la nada. Fracasa el ruido ante el murmullo incesante del crecimiento y de la vida.
Respiro. Saboreo en mis labios la lluvia. Mi boca es una copa invisible que rebalsa. Hacedora de historias me dices... bruja, amante tuya, no temas fracasar.
Soy agüita que corre despacio y gota a gota llena cada vacío. Te lleno, me lleno. Fluyo en armonía como la música, como el aroma o el pensamiento. Los secretos arden, tarde o temprano todo lo nuestro será revelado.
Amor, yo te espero, bajo la lluvia o en un día de verano, la respuesta es simple verás, es que te amo.
M.D
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