A ver, como empezamos a analizar esto...

A mi últimamente no me gusta ser muy analítico frente a las cosas que me suceden, debido a las consecuencias que esto ha traído a mi vida presente, o frente a los pensamientos que suscitan a través de imágenes espontáneas que se cruzan durante el transcurso de la vida. Pero esto ya ha sido algo intermitente, de la misma manera con que aparece y desaparece el punto verde que indica tu omnipresencia en las redes.

Lo asemejo también a cada barra de mensaje que aparecía en la pantalla de mi móvil, con la esperanza que estuvieran en él las tres letras que he puesto como diminutivo de tu nombre, de manera que cuando lo lea sea algo especial (los "nicknames" hoy en día son algo relevante para indicar la importancia de las personas en nuestro entorno cercano, sea este físico o espiritual).

Intermitencia. Es como la luz que mantiene vivo ese bosquejo de sentimiento creado hace unos años atrás, y que se ha ido detallando y pintando a medida que pasan los meses. Cabe decir que gran parte de ese bosquejo lo pintaste de un solo brochazo rojo mientras danzábamos libremente en el patio del centro cultural de la comuna de Recoleta, mientras tus manos me atrapaban el cuello como asegurando que cada palabra de lo que me decías saliera directamente disparada hacia mi rostro, de modo que el mensaje se me pintara en la cara y entrara hasta por mis ojos.

Como me encanta detallar. Es que cuando estas sensaciones espontáneas vienen, dan ganas de pintarlas en un cuadro, y así de tantos cuadros, llenar la pared de nuestra historia, con un gran espacio al medio para cuando terminemos nuestra obra de arte final.

¿Y todo esto por qué? Bueno, la intermitencia de la vida, donde aparecemos y desaparecemos, a veces por mucho y otras por poco, me hace pensar que cada vez que te veo, ya sea de forma metafórica o semi-física, me dan ganas de decirte, pequeña pintura, foto, recuerdo, memoria, pasado, presente y futuro, que te amo, así tal cual como me lo dices tú, con esa confianza que dan los sentimientos puros cuando recorren el corazón.

Ya. Basta de todo esto un rato.