Regala tu amor
a los que han prescindido de un Dios,
regala un verso
que ha pendido en la fiebre de un beso,
regala caricias y palabras
para aquéllos que han dejado en tus manos
el retoño de un sueño.

Regala tu tiempo a quién amas
porque nadie tiene la vida comprada
y más aún, si no has creído en nada,
regala bondades e ideas claras
para los que necesitan una sacristía
en el porvenir del mañana.

Regala tu cuerpo al universo
para que cada átomo de tu ser
vuelva a reconstruirse ante la eternidad del tiempo,
regala verdades
en tu boca de barro y de un pasado muerto,
hazte cargo de quién eres
para que no se crean con derecho de ladrarte
la jauría de perros.

Regala ternuras
en un mundo mísero,
regala, en una sonrisa,
la esperanza a la infancia
de tanto niño sin juegos ni aulas.

Llora si te molesta la injusticia
pero no limites el potencial de tu pensamiento,
ama si te da el cuero
y tiende un puente entre la tierra y el cielo
para que trascienda tu conciencia
en la revelación del misterio.