7 de abril de 2017
31. Anda a saber que me depara el destino.
6 de mayo de 2017
Recalculando recuerdos, pienso en la frase de la última vez. La palabra destino es misteriosa algunas veces, pero preguntándome su significado trataré de expresar una opinión simple al respecto.
He oído metáforas que podría enumerar como una escalera, un tren, un azar, un cielo, un infierno, un círculo, un intento. Y en mi intento de destino vivo y pienso como puedo.
Se vuelve mi destino simplemente desear un mundo en el cual todos seamos dueños.
Pero es imposible sin lucha y estamos muy disparejos.
Nos arrancaron los ojos y todos decimos ser tuertos.
Conste que no quería que suene a verso.
Conste que asimilo mi responsabilidad de responder por cada decisión que fui decidiendo. Solo me queda invocar a un poder supremo. Que no se si está de nuestro lado o nosotros debemos estar del lado de él. ¿Qué tan verdad será eso de que te cumple los sueños?
Sueño con los rebeldes que continúen soñando y activando la unión, la revolución es la unión y que nadie está por encima de nadie. Nos han inculcado que un mínimo grupo tiene razón de ser dueño. Y por contradecirlos tienen derecho a matarte. ¿Qué nos pasa?
El ser humano debe decidir no ir a la guerra.
El ser humano debe decidir compartir, no mentirse y creer en una sana convivencia. Utopía, no hay con que darle. En el fondo del corazón queremos ser superiores, dejar un legado extraordinario y morir en el intento, (resumiéndotelo, diría mi superyó) . La lucha por la admiración ajena es como un tragamonedas, jamás va a pagarnos mejor de lo cobrado. El mal ya está instalado y conocer individuos así nos lleva a pensar lo malo. No hay manera de esquivarlo. El sistema actual marcha excelente y funcionando. El dinero es solo un átomo.
Que no te suene pesimista, el camino a rebelarse conlleva primero aceptarlo. Ya sé que el mundo está cagado ¿Pero qué tal si aún es un bebé? Y hay que lavarlo y cambiarlo.
Con resignado dolo comprendo que mis contemporáneos no lo veremos, queda apenas seguir soñando para unos, para otros seguir durmiendo. Puede quizás ser nuestro aporte en esta especie de escalera al cielo o en discutido azar hacia el infierno, en este tren que es la vida viajando en círculos al parecer sin tiempo, que siempre quedará en intento de respuesta. ¿Quién sabe?
Aunque duela el alumbramiento todos merecemos abrir los ojos.
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