Vengo de una tierra hermosa, grande, generosa, con gente amable y bondadosa (no lo digo sólo yo, si no también aquellos que van desde otros lugares). Vengo de la pequeña Venecia que hizo a Colón creer que se encontraba en un lugar parecido al paraíso, con una historia bonita, de grandeza, y la mezcla de las hermosas costumbres indígenas, con la cultura y conocimientos europeos, y la fuerza y gallardía de los negros.

Venezuela... Así se llama mi casa, mi tierra, ese país que me vio nacer entre playas paradisíacas, llanuras interminables, desiertos, picos nevados y zonas inexploradas. Porque ahora, desde lejos, entiendo que tu "casa" no es un techo, no es donde vives, es donde está tu corazón, ahí donde creciste y te hiciste lo que eres, donde te caíste y te levantaste, donde está la almohada que absorbió tus lagrimas, y las calles que te vieron pasar mientras crecías, es esa universidad donde pase estudiando tantas horas para ser lo que quería ser, justamente esa misma universidad que me vio tirar piedras, marchar y protegerme de las bombas lacrimógenas cuando considerábamos que había que luchar por algo. Ahí esta mi casa, ahora a 7000 kilómetros de distancia y a lágrimas luz (me parece una eternidad el tiempo desde lejos).

Y ahora, tengo que ver desde las gradas y a través de una pantalla como vuelven añicos mi casa, como durante tanto tiempo han ido minando los cimientos y ahora tambalea entre necesidad y humo. Curiosamente quizás desde lejos a través de esa pantalla veo más y me entero de cosas que mi gente no puede ver, porque esa tierra que tanto amo ahora tiene las manos atadas y una venda en los ojos, y no le permiten ver la realidad, porque cuando no hay libertad de expresión la verdad viene siendo lo que quiera el poderoso que sea, y ya no hay opción a discernir.

Veo tristemente como esencial se convierte en lujo, y como la vida vale menos que unos zapatos. Porque lo que otras personas en diferentes lugares del mundo hacen por inercia, en Venezuela resulta una odisea, como ir a comprar comida, conseguir medicinas o pañales... y ahí, en esa llaga el dolor es más intenso, porque es un niño el que no se alimenta bien, y una madre la que sufre. Así como esas madres que cada día ven a sus hijos salir de casa y temen que no vuelva (porque lo maten para robarlo, porque salió a marchar, o simplemente porque estaba en el lugar equivocado a la hora equivocada).

Sólo puedo pensar que no es justo, y da igual si eres de un bando u otro (porque ahora Venezuela se divide así) , porque seas del que seas sufres las mismas penurias. Entonces me pregunto como un país tan rico, y no sólo rico en dinero, si no en gente, en potencial, puede llegar a lo que ha llegado. ¿Como no indignarse? ¿Quién no protestaría si ves que hasta dar de comer a tus hijos es una tarea titánica?.

Mis ojos llenos de angustia y lágrimas ven como tristemente se destruye mi país. Yo desde lejos me siento impotente y hasta culpable por no estar ahí junto a esos millones de venezolanos que hoy luchan ... No luchan por política, eso es un error de percepción... luchan por su dignidad, y por la libertad que nos han arrebatado a cuenta gotas... luchan por una vida digna (que en otros países es un derecho y que en Venezuela hoy es un lujo de unos pocos). La política es miserable y rastrera en cualquier lugar del mundo, pero cuando esas políticas llevan al hambre, la miseria y el odio, ya se hace cuesta arriba mirar para otro lado e intentar sobrevivir sin hacer nada por cambiarlo. Héroes son esos jóvenes y no tan jóvenes que están en pie de guerra luchando por todos... por el chavista que no comprende la magnitud del problema (aunque también pasa hambre) , por los que estamos fuera (algunos porque así lo decidimos y otros por necesidad), por el que se queda en casa por miedo, y por el que marcha codo a codo con ellos... Héroe es el chico quemado gravemente, o el que esta en la uci atropellado por la tanqueta, y también el que traga y llora con cada bomba lacrimógena que podría estar pagando la comida y medicinas que faltan en mi país. La división nunca trae nada bueno, y las luchas a veces ocasionan dolor, pero lo importante es que a un bravo pueblo que lucha por algo tan básico como "vivir " , a ese no lo detiene nadie... dolorosamente orgullosa de mi tierra!