Salvadme queridos amigos
salvadme de este triste final
que vengo percibiendo
de hace muchos meses atrás.

Todo el llanto derramado,
tanto rogar,
por un poco de paz en mis entrañas
que todavía no logro encontrar
y ustedes amigos míos
por favor
mi ser pueden sanar.

Salvadme os he dicho!
Un poco de compasión os debe quedar!
Abandonad su ego,
dejar por un momento su única verdad,
liberaos del individualismo
tiendan una mano por piedad.

Tanto os dicen que se aman a si mismos,
pero que tanto importa eso
si ni siquiera un poco de ese amor pueden entregar.
Y cuando las cartas ya se hayan desparramado,
cuando las balas y la sangre corran por el suelo,
cuando el camino drásticamente
haya quedado con un bache imposible de borrar
en las vidas de cada uno,
será cuando ustedes digan
"algo pudimos haber hecho".
El remordimiento por siempre estará
y esas heridas jamás sanarán.

Salvadme queridos amigos,
salvadme de este triste final.
Mas de un año ha pasado
y nada he visto cambiar.
Las mismas heridas siguen,
sangran sin cesar,
mas la calma en algún momento tendré que encontrar,
si no es en la piel y cercanía de ustedes,
en el descanso eterno se conseguirá.

Dulce y triste final.