Qué sensación recordar, El viejo polvo Que nació de tanto sangrar. El suspiro liviano, Que aguantó la lluvia. Como escribí en fuego lento, Hoy no tengo habla. Pero revivo fugaz con el viento, Que envuelve el alma, y siempre aguantó la lluvia. Etérea espada de palabras Que roza sin atravesar El cuerpo, y lo viste de prosa.
Texto agregado el 26-04-2017, y leído por 91 visitantes. (1 voto)