-El amarillento naranja de las hojas del otoño, la niebla, los vidrios empañados, el aroma a café y una buena novela, ¿se puede pedir algo más?, yo creo que no.
-¿En serio?, y… ¿desde cuando lees novelas? Si siempre que veías a alguien leyendo una decías que tarde o temprano le harían una película, si es que ya no la habían hecho; que los que leen son idiotas que desperdician su tiempo.
-Parece que no me conoces. ¿Acaso crees que es lo mismo leer una novela que mirar una película basada en una novela? En una película te dicen que es lo que tienes que ver, si lees la historia tú mismo te la imaginas, te adentras en un mundo ficticio que solo tu conocerás en detalle.
-La verdad yo sigo creyendo que es perder el tiempo, pero bueno es tu opinión, la respeto porque sos vos, aunque no me interesa.
-Me parece correcto que así sea, no todos somos iguales, vivimos en un mundo de fuerzas que pujan, la pobreza y la riqueza, la maldad y la bondad, y… bueno, en fin, creo que entendiste.
-Sí, claro que entendí, lo que no entiendo es que haces. Solo le pusiste dos cucharadas de azúcar a tu café, siempre le ponías más de seis o siete.
-Lo sé, pero me estoy limitando a consumir poca azúcar, me quiero cuidar.
- ¿Cuidar? Pero si siempre decías que eso era de maricas, que vos jamás te cuidarías porque al final todos nos morimos igual.
- Si todos nos morimos igual, pero yo quiero ser anciano y poder tener una vida digna, y vivir el mayor tiempo posible sin ningún tipo de problemas.
-Dios, si que estas cambiado. Y… ¿en que club estas jugando ahora? Me imagino que estarás en primera ¿no?
-Jajá jajá, ¿te parece que tengo cara de deportista? ¿Acaso no me ves?
-Pero, entonces….
-No, cuando cumplí veintidós deje de jugar, sabía que nunca iba a llegar a nada, que esos sueños que tenia de joven no eran más que utopías imposibles de cumplir.
-Pero como, ¿y la fama, la plata, las chicas?
-Solo sueños amigo, solo sueños.
-Bueno al menos te casaste con Aldana, tuviste hijos y vivís con cierto grado de felicidad.
-Lamento decepcionarte, pero le perdí el rastro al terminar la secundaria, ella se fue a la universidad, y yo como un boludo me quede jugando al fútbol en el pueblo, pensando que todavía tenía chances de llegar a ser alguien.
-No puede ser ¿Por qué? Sos un fracasado.
-Puede ser, es tu opinión, la respeto
-Raro de vos igual respetando opiniones, nunca tolerabas cuando alguien te contradecía. No se que te paso, no eras así, no éramos así, y no es así como quiero ser.
-No te asustes, toda ira cambiando con el tiempo. De hecho, ya has experimentado varios cambios, ¿o acaso todavía quieres ser un superhéroe con capa que vuela vigilando la ciudad?
-No, pero….
-Pero es así, yo no me olvido de los sueños y aspiraciones que tenía y que ahora vos tenes, pero es así, y no es el tiempo el que nos cambia, somos nosotros que cambiamos con el tiempo y por nuestra propia voluntad, buscando la personalidad con la que nos sintamos más a gusto. No te sientas mal, vive y ve por tus sueños, como si no nos hubiésemos encontrado y olvídate de todo lo que hemos hablado, sino te deprimirás y no quiero llegar a los cincuenta como un viejo amargado por haber tenido una adolescencia frustrada y depresiva.
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