Después de muchos días sin verte, te escribí como de costumbre para decirte cuanto te extrañaba y si pasaba algo contigo…. Llevaba días sin saber de ti y en el ´pecho la inminente sensación de que algo no andaba bien.
Los mensajes te llegaban de modo correcto, los leías sin contestar, solo aumentando así mi ansiedad, estuviste días así jueves, viernes, sábado y domingo. Los días se sentían largos, se sentían eternos y la abrumadora sensación de poder perderte aumentaba en mi pecho.
No podía dejar de pensar en ti y solo en ti, olvide rutinas básicas de mi vida simples y esenciales como dormir y comer, entonces llegado el domingo decidí que debía ir a buscarte. Mande un mensaje a tu teléfono como muchos de los que ya mande y al cerciorarme de que lo recibiste comenzó a prepararme para ir en tu busca, me puse la ropa con la que te gustaba verme y el perfume que adorabas, con la intención de verte y correr a tus brazos dándote un cálido beso en los labios.
Llegue al parque donde tantas veces nos encontramos, el mismo tan cercano a tu casa y me senté en la banca a esperarte, no creo poder olvidar esa noche fría y con el cielo despejado con la luna contemplando tan dulce escenario.
Paso una hora y te mande mil mensajes no llegabas mi corazón latía fuerte en el pecho como el de un niño después de correr horas tras de un balón de futbol y acompañándolo un nudo en la garganta q no m permitía ni pasar saliva. En ese momento se acercó a la banqueta una mujer muy dulce estimo de 50 años y con una sonrisa me dijo que descansaría unos minutos.
Entablamos al principio una conversación superflua ya que ambas éramos extrañas y como por arte de magia toco el tema del amor….en ese momento me derrumbe y casi espontáneamente comenzó a contarle como me sentía que la situación se sentía familiar…igual a la última vez que terminamos me escucho con dulzura y después de hacerme unas cuantas preguntas me dijo “hija , está enamorada” esas palabras terminaron de desarmarme y las lágrimas empezaron a caer de mis ojos, ella tenía razón y lo había estado negando durante mucho tiempo y es que no estaba en mis planes enamorarme. De repente ella se paró y m dio un abrazo, el cual fue el más sincero y acertado que no recibir en mucho tiempo en adelante quizá. Me invito un vaso de agua y logre tranquilizarme y agradeciéndole eternamente el que me acompañara para sorpresa mía resulto ser tu vecina si supiera que el dueño de mis lágrimas vivía a solo unas casa de ella.
El reloj daba las 22:50 pm me despedí de la señora que hoy pienso que fue un angelito furtivo, me seque un poco las lagrimas y me acerque a tu casa te llame vi cómo te conectabas más nuca respondías, también vi tu auto en el estacionamiento fue cuando comprendí que no quería verme por eso sonadas las 23:00 me fui a casa y aun brotaron las lágrimas viendo pasar lentamente las horas del reloj.
Días después me escribiste para decirme que lo mejor para los dos era ya no vernos más, lo mejor para quien ¿para ti? O para mí, vi como decidías por los dos sin poder hacer nada y cuando terminaron las cosas entre los dos… mi corazón se desfragmento como una copa de vidrio haciéndose añicos en el suelo y llore porque te perdía y la perdida era inminente e inevitable, sentí que se me escapaba la vida entre las manos y no podía agarrarla más.
Decidí despedirme de ti y decaerte todo lo que sentía cuanto te quería y amaba aunque tuno creyeras en el amor y que te deseaba lo mejor en la vida con la felicidad plena además que con lo caprichoso del destino nos veríamos pronto. La única reacción de tí fue preguntarme si me vengaría y al saber que no lo haría te decepciono el hecho de que no te odiara…fue lo último que supe de ti.
Han pasado dificultosamente unas semanas y cada cosa me recuerda a ti las esquinas las horas malos objetos todo absolutamente todo quizá te amo más de lo que nunca desee hacerlo, es difícil no saber de ti. Aun después de tanto dolor te di lo mejor de mí porque creo firmemente que no s e odia a quien se llegó a adorar con el corazón.