_ ¿Cual es la distancia más grande que has cruzado para estar con alguien?
_ ¿Y esa pregunta?
_ Bueno estaba conversando con una amiga hace unas horas atrás y ella me contaba que había viajado cerca de dos mil kilometros para encontrarse con un huevón que le gustaba mucho. Y sinceramente viajar un tramo de esa envergadura hay que de verdad estar muy enamorada.
_ Bueno también he viajado largas distancias para encontrarme y revolcarme con un amor. Me atrevería a decir que la mayoría de las las personas con posibilidades de hacerlo más de alguna vez lo han intentado.
_ ¿Que tan largo fue tu propio camino?
_ Hasta México.
_ ¡Conchasumadre eso si que está lejos! Podría asegurar que son siete mil kilometros, más o menos cinco veces la distancia entre Iquique y Santiago.
_ Así es, una temible distancia_ Ella ríe con un excelente ánimo_ Y no Jorge, no te contaré nada de ello. Sé que querrás saber los detalles, pero eso ya es historia pasada y no me interesa recordarla_ Comenta graciosa, quizás hasta algo temerosa; ambos reímos con su respuesta.
_ ¿Lo has vuelto a ver?_ Pregunto.
_ Un par de veces, pero a esta altura de mi vida da lo mismo que me recuerde o que me haya olvidado. ¿Y tu Jorge? ¿Que distancia te ha llevado el amor para estar y revolcarte con la persona amada?
_ ¡Buena pregunta!_ Ambos volvemos a reír_ Una vez caminé mil quinientos kilometros recorriendo el país para llegar hasta uno de los revolcones y amores más importantes de mi vida. Te seré franco obviamente no caminé toda la distancia, "hice dedo" a los automóviles, dormí en la intemperie, entre cerros y bosques, descansé en muchos pueblos olvidados, y estuve "mochileándo" casi por la mitad del territorio chileno. "Senderos de Chile" se llama la ruta que atraviesa todo el país.
_ ¡Uff! ¡Eso es verdadero amor!_ Ambos volvemos a reír_¿Pareciera que la amabas mucho?
_ Así es, nunca la he olvidado a pesar del tiempo y de los sentimientos que indudablemente han cambiado con el paso de los años.
_ ¿La has vuelto a ver?
_ A ella no, pero si a su hermano; él siempre me saluda cordial, abrazándome e interesándose en saber como estoy. Por mi parte trato de evitar preguntar sobre su hermana, pero sería desleal no hacerlo. Ella esta muy bien por las noticias que relatara la última vez.
Nos quedamos en silencio por algunos minutos; visitados gratamente por antiguos fantasmas de remembranzas. Una sonrisa viste mi rostro cuando nuestras miradas se encuentran.
_ ¿Y si la volvieras a ver?
_ Bueno fue alguien muy importante para mí, si llegara a verla en la calle (por ejemplo) y ella no me saludara sería muy triste; seguramente me afectaría más de lo que pueda llegar a imaginar. Más si hubiese sido solo alguién que tuvo un paso sin importancia por mi vida, al igual que a ti me daría practicamente lo mismo.
_ ¡Ese es mi chico!_ Responde con seguridad y picardía; ambos literalmente estallamos en una sonora carcajada.