Yo tengo un gato
en el zapato,
es un arisco con los muchachos
y con las nenas desvaina encanto.

A este gato no le gusta el pescado,
más se saborea el bigote
con una pizza de queso untado,
se relame de la cola hasta el cogote.

Su nombre es Vitto,
el vendedor versero
afirmó que provenía de Egipto,
y al final era un gato de medio pelo
con buen apetito.

Vitto, y el atorrante de su dueño,
el tipo tuvo que hacerse pizzero,
pues de tanta Siciliana
se le desfondó la lata.

¡Ay Vitto, Vitto!,
venite a pasar el invierno conmigo,
que tengo comida italiana
y pa' que reposes una de mis faldas,
que tengo un arsenal de palabras, minino
pa' las melodías de tus nanas.


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Biografía adjunta de VITTO:

http://www.loscuentos.net/cuentos/link/355/355824/