Me enamore de usted desde que la soñé: Bailaba en un salón de luces y espejos, con su vestido negro de lentejuelas, blanca como la nieve, radiante como luna llena.
Me miraste sofocando los miedos, amainaste los vientos, tomaste mi mano, entre las tuyas y me invitaste a bailar, la música y el incienso cargaban todo en una atmosfera de paz sin igual, éramos corcel y jinete uno solo girando y volteando saltando por toda la habitación por encima del suelo.
Pregunte quien eras contestaste LA MUERTE, desperté al acto. Desde entonces no olvido su rostro, me enamore de ella, inevitablemente, era tan bella, y quise inmediatamente conquistarla.
La espero con rosas todos los días vistiendo de negro para la ocasión. Me siento en las bancas del cementerio pero nunca la veo, pasan mil muertos y yo esperándola, Como es posible que no la vea, visito hospitales, el área de urgencias más nunca me llega se lleva al fulano, se lleva al zutano y no la veo. me pregunto: Por qué soñar con ella? Mi amada muerte, el mismo salón, el mismo vals, el mismo aroma y el levitar. Te busco y te busco en cada funeral te sigo esperando, fuera de mí soñar, debajo de la puerta, en la calle, en el hospital se marchitan las rosas se enfría la cena, os guardo el anillo que en oro y plata hice para ti, el cual enrolla un pergamino, donde os propongo un pacto; te hare poemas, te cantare mis canciones, a cambio a mi cama vendrás cada noche.
y no es que sea un suicida o quiera morir, sueño con ella, despierto con su beso, un pañuelo y una nota que demuestran que es real, pero por más que la intento verla en realidad solo la puedo soñar, me vence el sueño, y es que la siento cuando su incorpóreo peso se posa en mi cama, se me monta encima, y hasta sus caricias, pero no puedo despertar, la veo solo en mis sueños, la siento de verdad, solo puedo apreciarla con mis ojos cerrados y dormido bailar junto a ella su vals. Le he pedido que me lleve me ha contestado que aún no es mi hora que solo me viene a besar.
Despierto y mi desasosiego crece aún mas la gente me cree loco, y no quiero nada más que esperar la noche para verla de nuevo y sé que me piensa, pero ya varias noches que no me visita, acaso tiene pena, acaso estará ocupada, le juro no me asustas, le juro me gustas, y si me escuchas acuéstate conmigo nuevamente y cada nueva noche te daré mis sentidos para que sientas por mí y el corazón, herido por ti para que juzgues: por la alegría, la pasión, la esperanza, el enojo, el cariño y todo sentimiento que hasta ahora te ha sido ajeno, ahora y hasta cuando sea mi hora y por fin conozcas lo que es el amor y luego el dolor.