Actualidad en versos 
 
 
CON DIOS Y CON EL DIABLO 
 
 
Mañana temprano despertaré, 
una ducha fría para espantar el sueño y desafiar al día. 
Tomaré los mates que hace tiempo me quitó el café,  
encenderé ese cigarrillo que por un infarto me prohibió el doctor, 
con un beso y un hasta luego me despediré de mi amante Soledad 
y saldré dispuesto a pelearle al día sin importar si llueve a cántaros o hay sol. 
 
Invitaré al Señor Dios y al Señor Diablo a caminar y correr por tierra y asfalto, 
para mostrarles como es el mundo, como es el hombre, como es la vida 
y que vean como se nace, como se estudia, como se trabaja, como se lucha, 
como se miente, como se roba, como se muere y como se mata para vivir. 
 
Para que escuchen ese murmullo que brota de la opresión 
y poco a poco va creciendo hasta transformarse en trueno de libertad. 
Para que vean a esos profesionales titulados de políticos y representantes,  
que por unos votos y algunos pesos nada les cuesta ponerse el traje de camaleón. 
Para que conozcan a esos señores de enormes autos y chequeras cargadas de ceros, 
que altivos van por la vida siempre mirando por encima de los demás. 
Para que sepan de los Consorcios, Grandes Empresas y Bancos, con arcas llenas, 
que con ofertas, contratos, tarjetas y letra chica engañan al pobre pueblo. 
Para que aprendan como el Dios Hombre y el Diablo Dinero manejan el mundo, 
amparados en doctrinas, estatutos, falsas promesas, libre mercado y globalización 
 
Para que conozcan a falsos profetas que predican resignación y viajan en propio jet. 
Para que compartan con seudos defensores de la naturaleza que lucran con idealismos. 
Para que se vistan y abriguen con los harapos de los mendigos. 
Para que llenen sus platos y se harten con el hambre de los abandonados. 
Para que beban el vino amargo de los enfermos carentes de previsión. 
Para que sientan el dolor de los inmigrantes y la rabia escondida de los marginados. 
 
Para que se den cuenta que Dios y Diablo son sólo testigos creados a imagen nuestra, 
para que los pocos que tienen y los muchos que no, hagan más llevadera la situación; 
para que se pregunten si los dos son productos negociables en el mercado actual 
y para que piensen que para salvar este mundo sobran dioses, diablos y falsos profetas. 
 
Para seguir se requiere de hombres y mujeres de buena voluntad dispuestos a trabajar. 
Sí, solo trabajar, por ti, por mí, por los demás, por los que estamos y los que vendrán, 
Por los que viven y los que mueren, incluso por esos mismos dioses, diablos y falsos salvadores. 
 
Mañana temprano despertaré, 
mañana temprano saldré a la calle, 
mañana temprano al Señor Dios y al Señor Diablo 
por la mansión de cada uno pasaré a buscar, 
para mostrarles el mundo y la vida actual  
y entre todos discutir el hoy, el mañana, el acaso, el quizás y el por si acaso. 
Mañana temprano invocaré a Cristo, también a Mahoma, 
seré un poco de Gandhi, seré algo de Luther King, hablaré de Teresa… 
aún sabiendo que esta noche es muy posible que… alguien me matará. 
 
 
 
Incluido en libro: La saga de los vientos 
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