Se crio en un pueblo muy chico de un lugar
donde siempre resaltaba su arte infantil.
Inventario que el músico trazo en la carretera
de su vida como tal, agitada y sin destino
de sus ambiciones, de su viaje, de sus amoríos

de la estética de sus pensamientos desertores
de su andar por la vida con la música a cuesta
sin reposo ni sosiego, de su cobardía ancestral
de sus miedos roídos por la incertidumbre…
de su desorden emocional, e inevitable confusiones

sus incontables huidas de su pueblo, de sus amigos
de su irónico pensamiento furtivo y trasgresor.
Él sabía marchar sin tapujos, provocando y siendo provocado,
su suerte estaba echada y no permitiría que nadie
le diera vuelta la torta que el creo, sin saber bien qué…



Alessandrini María del Rosario