BENDITA NOCHE Y CENA PASCUAL …
Esa noche, después de haber compartido muchas veces la Cena Pascual, decidiste dejarnos una lección magistral.
Esa noche, en medio de tus amigos… nos enseñaste la humildad, el servicio a los demás, lavando sus pies, uno a uno sin importar la “suciedad” que en dos de ellos hasta el alma sentías llegar.
Esa noche, a escondidas… nos dejaste el alimento que nos proporcionaría Amor, Bendición y Vida.
Esa noche, bendita noche… nos dejaste el Pan y el Vino, símbolos de “Tú Vida”, Vida Eterna para toda alma abatida, enferma, sufrida y arrepentida.
Esa noche, bebiste la traición de una querida amistad y saboreaste el abandono de quienes decían seguir y amarte hasta el final.
Esa noche… faltan tres días para que seas reconocido como el verdadero Hijo de Dios, el que a la humanidad vino a salvar.
Esa noche… faltan tres días para contemplar tu eterna gloria, tu poder, tu victoria.
Esa noche, sellaste la salvación para todo pecador, para el que no tiene limpio su corazón, para el que daña sin pensar en el dolor… para quienes con humildad, hoy… te pedimos perdón.
Esa noche, bendita noche… mirando a Pedro, mirando a Judas… pudiste encarar y todo allí terminar, pero decidiste continuar y obedecer a tu Padre Celestial.
Esa noche… Jesús compartió con sus discípulos, la más hermosa Cena Pascual; La última Cena de Jesús terrenal.
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