Y es así que súbito
Me encuentro copulando en el silencio
soy brazo lánguido del árbol
Mecido para siempre en el cauce
Arrullado en la corriente
Pleno en la labor ciega
En la infante voluntad
De la espiral del tiempo
Añoro el tacto tibio
Del sol en la piel de las frutas
El estruendo de la vida bullendo en los cerúleos caminos que ha bordado la sangre en mis muñecas.
Me han hecho así, telar de atardeceres
Incompleta como la mortaja de los mártires, soterrado heliotropo del odio incansable de Clítia.
Y es que no conozco el beso de Apolo
Han muerto las estrellas de mi infancia
Han muerto mis anhelos virginales
Se desplomó la noche sobre el cristal de mi psique, convirtió mi estanque en un lago de gélidas aguas infaustas
Destellos agónicos se pegaron a mis párpados, a mi perfil, a mis manos heladas.
Pero no es luz
No es luz este espectro de esos astros extintos
No es luz.
No
Es
LUZ...
es un Fantasma.