"Estoy llorando en mi habitación,
todo se nubla a mi alrededor.
Ella se fue con un chico pijo,
en un Ford Fiesta blanco
y un jersey amarillo.
Por el parque les veo pasar,
Cuando se besan la paso fatal;
¡voy a vengarme de ese marica!
Voy a llenarle el cuello de polvos
pica, pica. ¡Sufre mamón,
devuéveme a mi chica!
Te retorceras entre polvos pica, pica"
"Devuélveme a mi chica"
Hombres G
Sorpresivamente los veo caminando tomados de la mano, conversan animadamente compartiendo algunas risas cómplices y despreocupadas_ ¡Mierda vienen en esta dirección!_ Tengo algunos segundos para apartarme un poco de su camino antes que se den cuenta de mi presencia.
Gastón es el primero en advertir mi figura, reconociéndome entre todo el océano de personas que circulan a esta hora de la tarde por el centro de la ciudad. Con nerviosismo se percata que inevitablemente nuestras rutas se cruzarán; sé que lo complica pues pone aquel típico gesto en su rostro que conozco bastante bien; un semblante que ví un millón de veces cuando vivíamos juntos y que literalmente dice "¿Que mierda hace esta conchasumadre por acá?" Afortunadamente las grandes y oscuras gafas de sol que llevo puestas ocultan bien mis ojos; aprovecharé esta ventaja para pretender que no los he visto.
A pesar de tratar de pasar desapercibida entre el tumulto y de estar a una pequeña distancia de ellos; la venezolana su actual pareja me divisa perfectamente.
_¡Hija de puta!_ Digo para mi misma cuando ella dibuja una sarcástica y despreciativa sonrisa en su rostro; persiste observándome por encima de su hombro, humillante y menospreciativa; fulminándome con una mirada risueña y malvada_ ¡Hueona loca, arregla tu cagá de cabello que parece peluca de muñeca de trapo!_ Pienso caminando con la vista al frente, orgullosa y desentendida; conteniendo todo mi rencor.
_ ¡Jorge estoy tan enojada! Esa conchasumadre me miraba fijamente con desprecio, algo le decía a Gastón y se reía burlándose provocativamente. Pero no importa "Cómo es arriba es abajo" Se arrepentirá esa hueona pelucona.
Judith Cecilia relata su inesperado encuentro sucedido en horas de la mañana; ríe nerviosa y confundida fumando un cigarrillo tras otro; hay mucha rabia en sus palabras.
_ Pero no entiendo_ Digo calmadamente_ ¿Dónde quedó eso de "Ya no me importa lo que Gastón haga?"
Judith Cecilia mira el horizonte algo sorprendida al escuchar mi pregunta. Seguramente inmersa en personales e íntimos pensamientos y recuerdos.
_ Pensé que ya no sentías nada por él_ Continúo_ era innegable que algún día tendrías que verlo con una pareja y si esa nueva pareja es la "enemiga número uno" de ustedes cuando vivían juntos, bueno, lo siento mucho pero cagaste no más. Y además eso de "Se va a arrepentir" sonó más que a una simple venganza, sonó a que aun sientes algo por él, y realmente te importa mucho lo que haga.
_ Tienes razón_ Responde pasado algunos minutos_ Me retracto de lo que dije_ Concluye Judith Cecilia suspirando; pintando en su rostro una triste mueca parecida a una sonrisa. Tomo su mano sonriéndole, en silencio vemos como el sol comienza su lento descenso en el horizonte marino.
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