| El amor como el odio, carecen de equilibrio
 Quien pudiera ser trapecista de sueños, de venganzas pasajeras
 Evitar la red del delirio, vis a vis con las secuelas.
 Dije al Odio No me odies, soy sobretodo humano
 Y al Amor en un susurro No me ames, si no amas lo mundano.
 La cordura siempre estará sujeta a tu locura,
 Jamás al contrario.
 Costumbres felinas de trasnochar pateando tejados
 Comer y dormir de día, Vivir en solitario.
 No queda un solo cuerdo, solo hay locos diferentes.
 Cada uno tiene su verdad, que los demás te crean
 Depende de la verdad de la gente.
 La diferencia entre verdad y realidad
 Es: que en realidad puedes cambiar,
 Pero en verdad no podrás.
 ¡Viva la duda porque es lo único real!
 No busques libertad donde otros la han perdido.
 Si pescas una sirena, no dudes volverla al mar…
 Porque las sirenas no se pescan, ellas se dejan pescar.
 No te olvides que el tiempo va a dejarte en el olvido
 Aprovecha cada latido y déjate llevar…
 Debí alejarme por la culpa
 De sin cuenta secretos jamás expiados.
 Cuando su amor: mi amor envilecía,
 Me venció y quise verla feliz, aunque no fuese mía
 Aunque a perder quedase
 Mi destino pobre enlazado.
 Yo que no se alejarme sin sufrir daños,
 Yo que cuando amo, me resigno al bien
 Porque no soporto ser un diablo.
 Y de nuevo otros ojos, otros labios
 ¡Bendita bifurcación del ser!
 Y yo aquí, Con mi calavera en su mano
 Para ser o no ser
 Para que esa no sea la cuestión…
 ¡Maldita y dulce razón!
 Jodida insatisfacción que sigue cumpliendo años.
 
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