Derribo mitos que eran el sustento
de todas las creencias hoy marchitas,
y dejo en el pasado mi lamento
a cambio de alegrías infinitas.

Alejo de mi vida el sufrimiento,
escojo en el reloj, horas benditas,
renuevo la esperanza en el intento
de hallar entre los cierzos, margaritas.

Comprendo que no hay culpas ni culpables,
elijo perdonar viejos dolores
sin miedo a represalias del destino.

Compruebo que hay verdades vulnerables,
porque algunos aciertos son errores
o solo desafíos del camino.