A orilla del mar no me olvides,soy una sirena confundida
vigilada, me cuesta creer que sea verdad
mi identidad en estos días.
Lara, se fue olvidando la onda marina
que sube, y me lleva aún más lejos de la verdad.
En mi maletín Existen los otros que me buscan sin cesar.
Mi barca se duerme en alta mar, como una parodia…
Los niños corren, dibujan, hacen barquitos de papel, y sigo aquí...
En medio de la locura, de la gravedad, de la longitud, de la inercia...
que separa mi yo, y lo une, con el yo de miles…
Y sigo buscando la solución, pero lejos estoy de encontrarla.
Solo soy una palabra que llora, se agita en la noche,
se muere al amanecer, resucita allí, junto al mundo sin huella de ayer.
Que hace sonar su teléfono, Justó dentro de la catedral…
Allí donde se reza, y se escuchan cánticos de amor.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI |