Dejamos escapar
los rayos del tibio
amanecer bajo la
ponzoña destructiva
del agrio veneno
egoísta del yo.
Una desenfadada
lluvia de suspiros
cae pausadamente
sobre los campos
nevados de fríos
recuerdos ya idos.
Seremos tristes
y etéreos esclavos de
mentiras piadosas
Indomitos maestros
libres y condenados
a insolubles soledades.
Curanderos de gélidas
verdades a medias.
Quizás no merezcamos
el dulce toque de
aquella pesadilla de
un amor que no volverá.
Tras mis ojos cansados
la vida inconclusa
Me visto de interrogantes
esta ácida noche
cuando tus fantasmas
llegan en la madrugada.
Extrañaré escribir para ti...
Texto agregado el 29-03-2017, y leído por 248
visitantes. (15 votos)
Lectores Opinan
10-04-2017
De las manos pueden escapar todos los tesoros del mundo, menos el amor. Comprendo su tristeza y quilo cumpa, 5 estrellas tristes. hippie80
03-04-2017
Los fantasmas de amores pasados siempre aparecen. A veces ayudan a vivir. Me encantó tu poema! Clorinda
31-03-2017
¡Es bellísimo tu poema!
Pero aprendí que soy una privilegiada por haber vivido algo que aún recuerdo: nuestro amor. También aprendí que mientras no lo haya olvidado -y sé que no lo hice- estará a mi lado espiritualmente. Su aparición en lo que escribimos, da fe de ésto que te comento. Pero si podemos vivir un amor privilegiado, no creo que esté bien convertirlo en algo trágico. Una forma de honrar ese amor es su presencia en nuestros escritos.
Marthalicia
31-03-2017
Estoy segura de que seguirás escribiendo para ella poemas tan bellos como este. Me encantó. glori
30-03-2017
Ahora que ya expresaste....la amargura de esta vida....de tristeza de saciaste...no esta la cosa perdida...piensa en lo bello que amaste. za-lac-fay33