Parece ser que el poeta está destinado a alimentarse de rosas y a tragarse las espinas y a ir al pantano muchas veces, como también al cielo y a darle su sangre al vampiro para que sobrevivan los dos.

El poeta, un ángel en la tierra, pero que lo han mandado a punta pies al infierno y en un acto de nobleza por un largo tiempo allá se ha quedado para auscultar el corazón del diablo. pero el poeta o poeta que se respete ha ascendido por sus propios medios, a ese lugar que muchos llaman cielo, pero no ha llegado sumiso, sino con la rebeldía que le brota de cada poro.

El poeta un enviado de Dios a la tierra que se desvió del camino porque estaba harto de paraíso, por eso busca sus propios suplicios para calibrar el temple de su espíritu. El poeta un ser afortunado porque ve más lejos, siendo tan pequeño, habitante de las grandes ciudades repletas de cíclopes de piedra y dioses con los pies de barro.

El poeta, figura extraña para los pontífices del sistema que ven en él algo despreciable, pues siempre estará urgando sus maldades. Al poeta todos lo quieren silenciar, pues sus palabras son un eco que se escucha a grandes distancias, sus metáforas hablan del cielo y del infierno, pero el mismo ha sabido exorcizarse de tantos demonios y ángeles de negra dentadura.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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