Tomo un cigarrillo que me quedaba en una cajetilla arrugada y ahora vacía, busco lumbre dentro de la lúgubre noche que azota mi cuarto, enciendo lentamente, lo que me tranquiliza y a la vez me acorta la vida. Pienso en las cosas que han ocurrido hasta ahora para poder entender y explicarme a mí mismo, que esta situación ya no da más, si supieras que cada parte de mi ser, cada latido suena abatido, por las tempestades sufridas en mi, con algunas similitudes entre sí, y solo me pregunto ¿porqué?
inhalo lentamente el humo de aquel cigarrillo, hasta ver el fuego encendido que se provoca en cada aspirada de mi boca, intentando matar recuerdos, queriendo olvidar, para poder avanzar.
torturándome lentamente con cada caricia, cada palabra que tus labios emitían, me susurro a mi mismo cuando lograré olvidarte, que hago para rehacer mi vida, y poder así comenzar de nuevo, lleno de energía y sin llagas en mi alma, que esta trisada, de tantas batallas sin ganar, de tantas conquistas sin conquistar.
Escarbo en mi memoria sin querer traer conmigo tu imagen, tu silueta y esas noches intensas que vivía junto a ti.
hoy ya no estás, mi mente desea con anhelo olvidar, pero este terco e impulsivo corazón no deja de decir en cada latido tu nombre, y mis oídos que no paran de escuchar tu voz, esa voz que paralizaba mi mundo, que enriquecía mi ser, que nutria mi interior, como olvidar esas caricias esquivas tratando de decirme, ya déjala ir no luches mas, pero ¿cómo hago para no seguir muriendo día a día sin tener tu resplandor?
busco estrepitosamente otros cobijos, otras caricias, para intentar sacarte de mí, pero solo me hacen recordarte cada vez más, quisiera por un minuto volver a tocar tus labios, para acariciarte con ternura y pasión, para tocarte con amor, para llenar por fin ese vacío que siempre ha existido en mi y que tu lograste llenar, pero que con tu partida volví a vaciar.
como alimento estas ganas de gritar frente al mundo cuanto te quiero, cuanto te amo, como poder gritar todas esas noches en vela, ideando conversaciones inexistentes, para satisfacer mi inconsciente, para intentar explicar porque te perdí tan rápidamente.
Ofuscado intente buscarte, pensando que esta vez sí lo lograría, y que abatido quedé al saber que nuevamente te has ido y esta vez para no volver.
Juro por mi alma que te amé con todas mis fuerzas, con todo mi ser, como lo hago hasta el día de hoy, porque aun te amo, pese a las injusticias de tu ser, que decidieron expulsarme de tu vida otra vez.
En qué lugar encontrar respuestas, si mi ser, hace oídos sordos a mi petición, mi corazón es el que habla, llenándose de desesperación y vacio. Llenándose de una larga e interminable agonía, que al parecer crece día a día.
Apago mi cigarrillo intentando despejarme, tomo mi chaqueta y salgo a caminar, con mi vieja compañera de vida, la soledad. Camino sin un rumbo a seguir, solo donde me lleven mis andares a esta hora de la noche, que pareciera que es la única que entiende este gran dolor. llevados unos cuantos tiempos caminando te logro ver, hermosa, bella como siempre, con tu pelo largo al viento de la noche, con un vestido largo y oscuro, me quedo entonces observándote, contemplándote, el momento dentro de mi fue eterno, pero solo sé que fueron lapsos de segundos, que parecían nunca acabar. me lleno de valentía y quiero tocarte y besarte por una última vez, a mitad de camino veo que das vuelta, y tomas de la mano a otro ser, mi corazón se congela, se astilla, se desorbita, ahora con aun más presión y dolor, ve que tus labios besan otros labios, que tus manos se juntan con otras manos, y que tu aliento se perderá en el cuerpo de otra persona, entiendo que ya me has olvidado, que debes hacer tu vida, y que tu felicidad no es conmigo, sino con otro, suspiro, miro al cielo, y dentro de mi te deseo la mejor de las suertes, con este gran amor tuyo que nunca dejaste de amar.
te amo tanto que si supieras que tu felicidad es la mía, amada mía, que aunque no estés conmigo yo sigo siendo tuyo, que mi corazón hasta el día de hoy o deja de amarte y espera, sabiendo que ya nada vendrá, que tu jamás volverás, sé que esto nunca lo leerás, pero aunque sea a través de estas palabras al viento, nunca te he de olvidar y menos de amar, solo espero que algún día pueda sanarme, y poder empezar, otra vida, pero amor, aunque ya no lo sea para ti, me confortare con aquellos recuerdos, que mi memoria algún día desvanecerán, para así yo poder tomar el cofre de mi mente, atesorarlo como lo más profundo en mi, y poner mi carta, por encima diciéndote lo mucho que te llegue a amar.
Vuelvo lentamente a mi casa, tomo otro cigarrillo, esta vez asumiendo los nuevos caminos, inhalo nuevamente ese humo que llega a mis pulmones y se devuelve para contaminar mi ambiente, trato de dormir para poder el día de mañana volver a sonreír....