Nadie conspira contra vos,
ni el universo muerto vivo en expansión,
ni el opaco reflejo de las nubes
que en pereza somnolientas se pasean,
regando con sus llantos
lo que queda de la tierra
Nadie es bueno y nadie es malo,
puede el santo ser demonio
y el demonio solo un santo,
el cielo el mismo infierno
o el infierno un paraíso,
la alegría una cadena
la enseñanza un candado
Dependiendo en cada paso
de tus ojos donde miren,
una condena el nacimiento,
o el milagro hecho regalo,
lo cierto es que
todo es nada
o todo es todo
o nada es nada,
lo cierto que la saliva cae al rostro
inevitable, si no se ajusta la mirada
Nadie conspira contra vos,
de hecho jamás tus rezos
le han llegado a ningún Dios,
y entre tantos ideales
y conceptos y rutinas,
tantas leyes locas
tantos patronees, filosofías,
en un enjambre te has moldeado,
ni tan igual ni original.
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