Fuerte aliento
y el aire que respiro
son puros besos
de mi amada mujer,
mujer hecha ternura,
besos regados.
Me besa,
me adora con su pelo
suave y hermoso,
besa mis labios,
besa mis manos y pies,
dentro de mi me acaricia.
Aquella mujer señorita,
virgen, no deja de besarme,
besos vírgenes, esos besos
que saben a miel,
esa miel dulce
que endulza todo mi ser.
Siento la pureza,
el fuerte olor de sus besos
regados en mi alma,
cuerpo y divinidad.
Deja su pinta labios
pintados en el corazón,
corazón espiritual,
besos espirituales.
Bésame, tan sólo bésame
mucho más de la imaginación.
Me encantas, me enamoré
de tus labios,
toda una dama completa,
labios color rosa... |