| Se pone un invisible en la boca, junta su melena y la abrocha. En intento por acomodar sus facciones, se estira el rostro como si fuera arcilla y seca el sudor con un pañuelo. El advertido observa detrás de un sillón, ella se estira la camisa y aclara la voz. El timbre suena otra vez. - Que impaciente el delivery.- dice al abrir la puerta.
 - Llueve como la concha de tu madre. Son cientochenta pesos.-
 - OK. El vuelto es propina. CHAU.-
 - Gracias. Que lo disfruten.
 Mete traba a la puerta. Se da la vuelta y deposita el paquete sobre la mesa pelada.
 - ¿Puedo saber que íbamos a cenar al menos?-
 - No tenes cara.- le responde al verlo en pelotas, secando la ropa pegado a la estufa.
 - Tengo hambre, Francine…-
 - Siempre el mismo egoísta y yo pensando en vos como una pelotuda… sos la mierda más mierda de todas las mierdas… HIJOPUTAAA- (tal parece es su grito de guerra) y con alma y vida de un revoleo le estrella el paquete contra la cara, derribándolo hasta el borde de la cama. El desplomado, lastimoso en sus gestos, se frota la espalda y mira los desperdicios.
 - ¿¡ÑOQUIS!? Que rico.-
 - ¿Qué es esa tonadita?-
 - Nada. Nada.-
 Francine se abalanza sobre el cuerpo caído y le cae con todo el peso en el estomago.
 - ¿Cómo que nada?-
 - Me estás dando miedo...- responde el felino apenas respirando.
 - ¿No venias a cogerme? DALE cogéme, cogedor…-
 - No me gustan los ñoquis…-
 - Ah no, esto es muy fuerte…- se levanta y le da la espalda. Camina hasta la mesa.
 - Siete meses y todavía no sabes que detesto los ñoquis.-
 - Siete meses y todavía no sabes que no soporto los cuernos, pelotudo.-
 - Lo sospeche por eso no te dije nada…-
 - No vales la pena, pibe.-
 Él se incorpora lentamente y pregunta si puede achicar la distancia, ella no contesta.
 - Ya está, Fran, si no funcionó, listo.-
 - Si no funcionó listo.- repite ella insípidamente.
 - Tengo problemas, deberías saberlo. No quise hacerte daño…-
 Un relampagueo atronador retumba en las paredes, suspendiendo las diferencias para que ambos busquen auxilio en la mirada del otro. No perdura.
 - ¿Hasta cuándo pensabas tenerme engañada?-
 - No pensaba… nunca pienso.-
 - No te victimices que quedas ridículo.-
 - No me victimizo ¿Qué querés que te diga?-
 - ¿Qué te hice faltar, Rodrigo?-
 - Nada, nena, nunca me faltó nada con vos… i can get no…
 - ¿Me vas a decir que esa putita te coge mejor que yo?-
 - No es eso, nena, no es nada personal.-
 - A mi me parece que sí, me estás diciendo que no te soy suficiente…-
 - No es personal, nena, es diferente. No quiero perderte.-
 - Olvidáte esa idea.-
 - Me gustas, loca, yo te gusto ¿No fuiste feliz estos siete meses?-
 - A base de engaños. No me sirve, nene…-
 - Pero ahora sabes, aceptáme como soy...-
 - Estas en pedo, chabón.-
 - Nada tiene porqué cambiar, podemos ser felices como hasta hoy…-
 - No sé con qué tipo de minas trataras vos pero yo no soy así.-
 - No sé con qué tipo de hombres trataras vos pero Yo no soy así.-
 - Bueno. Entonces no hay nada más que hablar.-
 - No seas tan dura. Tengo sentimientos hacia vos…- (Se come un sopapo.)
 - Deja de hablar como si supieras algo del amor, no tenes idea, gil. Me perdiste.-
 - Siempre pierdo… decime si acaso no sé ALGO del amor.-
 - Estas MUY errado en tu concepto del amor.-
 - Seguro. Siempre le erro.-
 - Lástima me das.-
 - Peor todavía.-
 - ¿Cuál es tu problema conmigo?-
 - Ninguno. Vos tenes problemas conmigo. No me aceptas.-
 - Que risa. Estas re loco.-
 - Pero te quiero. Me gustas. La paso genial con vos…-
 - Pero no te alcanza.-
 - Es más complicado que eso. Mi amor por vos es único…-
 - Pero no soy tu único amor ja. Que personaje...- enciende un cigarrillo, dos caladas profundas le generan cierto mareo.- No voy a coger más con vos.-
 - Si no querés no, pero no te alejes…- le toma la mano y la abraza, todavía en pelotas.
 Busca su boca y la besa. Ella cede pero enseguida lo aparta.
 - No.
 - Okey no.
 - ¿Para quién era el audio?
 - No importa.
 - Sí importa, Rodrigo ¿Me estas jodiendo? Soy tu novia.
 - ¿Entonces me perdonas?- dice simulando la mirada del gatito de Shrek.
 - Tengo derecho a saber y dejarte, para que te vayas a coger con ella, hijo de puta.
 - Entonces no te digo nada.
 - Andate BIEN a la concha de tu madre. Fuera de mi casa.
 - Pero la ropa esta mojada todavía…
 - ¡Me importa tres pitos, vestite y volá…!
 - ¿Una última despedida?- pregunta mientras recoge sus cosas.
 - ¡VOLÁ!
 - Okey solo quiero que sepas que… amé nuestras lecciones pero te falta práctica con los orales.
 - Lo tendré en cuenta con el próximo. Devolveme la llave.
 - Eu Fran, buena onda, fuera de broma sos re piola ¿Un abrazo fraternal?
 Ella observa la ceja levantada en los ojos felinos, su barba porruda, sus ropas inservibles… y le obsequia el abrazo. El último.
 Desde la ventana, tras la sombra de la cortina lo ve desaparecer y su estela sobre los charcos, las nubes quedaron en pausa y no tiene más cigarros. Será noche de insomnio si no baja hasta el kiosco. “Es tan corto el amor y tan largo el olvido”. Y entonces recuerda a Rodrigo, el de ayer. A veces fue feliz, piensa masajeándose la sien… y lo putea por costumbre, una nueva.
 
 Imaginen a Rodrigo, sin ganas de dormir en soledad, maldiciendo la hora que erradamente envió aquel bendito audio que le costara un amor.
 Imaginen a Rodrigo, maldito del amor en busca de un amor imposible, fingiendo enviar un audio equivocado para probar a fuego una ilusión.
 Imaginen, cualquier cosa puede pasar.
 Cualquier cosa puede ser verdad.
 
 
 (Capitulo uno (parte 2 de 2) novela REQUIEM FOR A CAT IN SHOES, contiene lenguaje adulto y modismos de Argentina, humor paisano y fantasía salida del coño de mi madre...)
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