Acabé aquí, en este pueblo donde no se puede dormir, no se come bien y el clima es bipolar. Yo soy de una jungla de dimensiones gigantes, ahí no te encuentras ni con el mismo tigre ni con el mismo elefante, pero aquí es tan pequeño que te veo en todas partes. Y al fin, después de varios meses te he logrado catalogar, eres la forma en carne de un estornudo que no llega.
Que agradable era al principio porque parecías tener agallas, me sentía Venus con tus ojos en los míos hasta que se te fueron chuecos a mirar a otras partes...de otros cuerpos, de otras almas, y de astro y diosa pasé a ser cortina, mesa, taburete y cualquier otro objeto existente.
Me duele que estés con otras pieles y hay personas como yo, que del dolor pasamos al miedo, ahora te temo, tiemblo tanto en las noches que he conseguido un arma que llevo siempre bien cargada, que no puedo ocupar contigo porque eres antídoto y entonces ahora estoy paseando en este pueblo disparando a todo condenada, no estando enferma, no estando sana. |