no quería pegarle... lo tenía a mi merced, pero eso de mostrarme las muelas y fijar sus ojos rabiosos a mí, eso era algo que no podía tolerar... cogí un palo, uno de esos gruesos y de mango bastante gastados, pero duro y seco como la rabia que tenía en el alma... el hombrecillo me miró a los ojos y le vi asustado y con ganas de volar, pero, no tenía alas ni un lugar adonde ir... me le acerqué y alcé las manos... el hombrecillo empezó a temblar como uno de esos jebes pegados al piso... parecía un perro sucio y feo... le pegué con toda mi alma... este empezó a gemir, llorar para que parase, pero eso era peor y peor... le pegué hasta que las manos y el sudor de mi frente me apagaron la rabia... allí estaba un pedazo de hombre... todo ensangrentado y con la mirada perdida, como una marioneta sin hilos... mi respirar era lento y mas lento hasta que tomé conciencia... qué has hecho, me increpó la conciencia... nada, le dije... y ese pobre hombre, eres muy malo, malo, malo... me sentí malo... muy malo... cogí al hombrecillo y traté de limpiarle las heridas... al poco rato éste despertó y me miró a los ojos... trató de huir, pero sus piernas magulladas se lo impidieron... le vi arrastrarse hasta llegar a la salida de aquel lugar... quería ayudarle, pero sentí que debía dejarlo irse... se fue, no así mi conciencia que no me dejó de dar mas palos y palos hasta dejarme llorando en medio de aquel sucio y oscuro lugar... ya para, me dijo, y vete a casa... antes compra un poco de comida para que comas y ya mañana será otro día... traté de caminar pero no pude... tuve que arrastrar mi alma hasta llegar a la bodega... pedí un poco de esto y lo otro y mientras me entregaban mis pedidos, pude ver que en cada una de las pupilas del bodeguero estaba el hombrecillo a quien di de a palos, gritándome: malvado!... bajé la mirada y me fui de la bodega a mi casa... y mientras me acercaba, vi una sombra a mi lado... era el hombrecillo... le di todo aquello que compré y este lo recibió... luego se fue corriendo, sin decirme mas nada... tan solo pude ver una sonrisa en su rostro... y eso me hizo sentirme muy lleno... |