La vi caminar por la vereda, yo estaba del otro lado de la calle, pero fue imposible no notarla, su cuerpo soltaba un aura imprecindible, aparte de eso era hermosisima, quedé perplejo al mirarla, creo que todos los que la miraron tuvieron la misma sensación de paz, ella inspiraba eso, era un paisaje enternecedor, pero cuando me sonrió, fue cuando literalmente, exploté por dentro,
no sé que fue lo que la hizo sonreir,
quizá fui yo al estar como un tonto mirandola,
o tal vez otra cosa, no lo sé.
Lo único que sé es que no tenía valor para hablarle, pero a pesar de eso, lo hice, y fue lo mejor que me pudo haber pasado, la invité a tomar un café, y aceptó con gusto.
Al convensar con ella, fue cuando finalmente caí rendido ante esa majestuosa mujer de pelo marrón. No pude haberme enamorado tan rápido. Las palabras que salían de su boca, eran simplemente indescriptibles, yo, al mirarla cuando me hablaba dulcemente, seguía con la misma cara de estúpido de cuando la vi caminar libremente, todos los pensamientos que ella me entregó, fueron como olas rompiendo fuertemente contra rocas,
estaba perdidamente enamorado, después cuando me dió su número, no pude evitar llamarla enseguida, fue muy estúpido, pero creo que eso fue lo que llamó su atención en mi. Mi estupidez fue lo que hizo que me acercara a ella,
después de esa historia, he vivido los mejores días de mi perra vida. Ella hace que ame a mi estupidez, y que yo la ame a ella.
Gracias estupidez, me haz dado a la mujer perfecta y al amor perfecto.
¡TE AMO ESTUPIDEZ! |