Vamos que tú puedes,
hasta en la hora más oscura
brilla una luz.
Y con un grito de aliento,
corre contra el viento,
que golpea tu cara,
saltando al abismo,
sin lamentos.
Mirando la tormenta llegar,
todo puede pasar,
estemos atentos,
a los avatares del tiempo.
No pierdas la cabeza
con los delirios más tontos,
que la lucha es cruenta
y la guerra hay que ganar.
A veces es personal,
el pensamiento se extiende,
crucemos el puente,
saltemos burlando a la muerte,
que alguien con ella bailó.
Chocando dos copas,
por un camino sinuoso,
y el cielo tan azul.
No mires atrás con temor,
que la tristeza no te venza,
cuando la ira se apodera de ti,
medita en la fuente,
toma un trago de licor.
En la vida te amasas, te crujes, te dueles,
con toda calma, una noche serena,
vuelan las piedras, explotan los coches…
¡Y seguimos en pie!
Aprende a volar sin alas,
¡A caminar por más cansado que estés!
nadie está completamente solo,
en la trinchera despiadada,
refugio la luna protege.
Atentos del peligro radioactivo,
hasta en la nada misma de una cruel realidad con espinas,
de la mano por un camino cuesta arriba,
y desde lo alto, brota de una semilla la mágica alegría que nace de la fantasía.
Aún estás a tiempo, aún no partió el último tren,
cuando aún no hay boletos destino a Neptuno,
mira el cuadro de la lluvia,
que lava las lágrimas que navegan en el río,
donde los peces y monstruos dialogan,
y el hombre pesca y usa red.
No hay infiernos sutiles en donde no podamos arder de placer,
y saciar la sed después de cruzar el desierto.
Vamos, tú, puedes…
Un abrazo que sea oda de felicidad,
Guerreros en el desierto y en la tempestad.
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