la temperatura baja más de lo habitual y el frío comienza a sentirse a medida que la noche avanza. A pesar de ello aun uso mi pijama delgado con pantaloncillos cortos de temporada veraniega; el helado invierno lentamente se cierne sobre una de las estaciones más calurosas de los últimos años.
_ ¿Apago la luz?_ Pregunta Pao sin mirarme; ella ingresa al dormitorio vistiendo ese pijama celeste que tanto me gusta. Ultimamente hemos tenido algunos desentendidos lo que ha ocasionado algo de tensión en la relación, pero no es nada por lo cual preocuparse.
_ Si, apágala mi amor_ Respondo con una sonrisa en mis labios; pero para ser francos no logro ninguna reacción que personalmente pudiese calificarla como positiva.
Después de aquellas típicas sesiones nocturnas que consiste en untarse todo tipo de cremas y mejunjes, Pao rápidamente se acuesta a mi lado dándome la espalda.
_ Mi amor; ponte tus calcetas de algodón para que puedas dormir bien abrigada, más rato seguramente hará mucho más frío_ Me levanto caminando hacía la cómoda en buscas de sus calcetas; hace años que somos pareja, creo conocerla lo suficiente como para saber que las necesitará.
_ ¡No me digas "Mi amor" que estamos enojados!_ Ella protesta airadamente cuando regreso a la cama.
_ Bueno tienes razón, pero no en todo_ Dibujo una sonrisa en mi rostro entregándole sus calcetas. Sentándome a su lado retomo el diálogo_ Estamos enojados lo sé, así mismo tengo en claro que a medida que compartamos vida tendremos muchos puntos de vista distintos y que lógicamente nos llevará a más de alguna disputa. Es parte del crecer como pareja. Pero si pasase que algún tema fuese demasiado complicado y terminara en un conflicto de dimensiones considerables; ¡te seguiré amando de la misma manera! ya que estoy enamorado de ti.
Va a sonar algo extraño, pero créeme tendremos muchas contiendas a medida que sigamos viviendo juntos, así que no me pidas que deje de amarte de un momento a otro. Absolutamente todo el amor que siento por ti me es importante y se negará a desaparecer por los problemas cotidianos.
Finalmente no puedo prometer que no pasaremos disgustos, pero lo que si puedo prometer es que te seguiré amando como lo he hecho hasta ahora.
_ ¡Te amo mi amor!_ Pao me abraza repentina y dulcementemente, y por lo que puedo apreciar hasta algo emocionada.
_ Yo también te amo mucho mi amor_ Respondo con un sincero abrazo besando sus labios.
_ ¡Pero aun estoy enojada!_ Responde regresando a su actitud de acostarse dándome la espalda. Me hace reír de buena gana (Claro está que lo hago sigilosamente para no aumentar su enojo)
_ Buenas noches Pao, que descanses_ Apago el televisor y abrigándome me dispongo a dormir.
_ Buenas noches Jorge_ Dice algo dormida y aun enojada.
_ ¡MIerda que están heladas estas cagás de sábanas. Tengo los píes fríos! Necesito que alguien me los abrigue con algunas calcetas de algodon ¿Alguna voluntaria?_ Pregunto riendo en la oscuridad. Pao mueve sus piernas envolviendo mis píes con los suyos. Las calcetas son extremadamente calentitas. Ella también me conoce lo suficiente como para saber como enrollar mis piernas con las suyas y aprovechar al máxino el calor de sus calcetas de algodon.