Cuidado con el temor,
Ella quería irse
Porque había sido expulsada
Sin pregonar el perdón,
Sin sacudirse el dolor.

Cuidado con las tripas revueltas
Porque no tenía más que la sangre
Corriendo por sus venas
Y un par de besos y de caprichos
Que encendían de pasión
Sus horas de siesta.

Cuidado con la tristeza,
Ella no tenía raíces
Y la preciosa lluvia
Sanaba sus cicatrices.

Cuidado con el amor,
El lato pesar de su vida
Que le dejó secuelas,
La extraña incógnita
Que fue el amor
Y la vejó de prisa.

Cuidado,
Cuídate de tu mente,
Cuídate de la destrucción
Que nunca retarda su llegada,
Cuídate y sin embargo,
Cuando el alma sangra
Tendrás que aguantarte la frustración
Que la mantiene encerrada,
La perra ilusión que la marginó
Cuando amar deseaba.