Cruce el Nihuil… floreciendo cactus
En su camino serpenteando
El vacío pasaba ese contraste
De algarabía y miedo… al miedo.

Pero fue constante su aroma
Sus colores de arena de sangre
Encontré el silencio amasando
Noches tormentosas caminos
Sinuosos y pleno de sol ardiente.

Cada momento, fue un momento
Solo se oía el clamor del viento
Flores silvestres su aroma se olía
No encontré pájaros, ni animales
Todos humanos recorriéndolo.

En tiempo lejanos la piedra tallada
Parece que ronronea al paso,
Y el temor aprieta, te suspira el viento
Allí abajo parece renacer un gigante
Que cuida del agua, de sus piedras
De colores se nutren aquellas de los andes.

La vida detiene su suspiro de antes
Hay muchas ventanas abiertas
Y se ve los años pasando ligero,
Por esas altas rocas llena de fantasmas.

ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO