MUNDO APARENTE
Vivimos en un mundo lleno de apariencias, donde nada es real, me refiero a cuanto a terminología, conceptos e ideas; es decir, decimos: “silla” a una estructura de madera, plástico o metal, pero el sólo hecho de decir “metal” ya estamos mintiendo, sin embargo son etiquetas que se le han asignado a las cosas materiales y demás, tan sólo para facilitar el entendimiento, pero no quiere decir que sea el nombre real, ya que éste no existe.
Decimos izquierda para referirnos a una dirección, decimos azul para referirnos al color del cielo, decimos triste cuando vemos a alguien =( pero porque así nos han enseñado, no porque sea lo real. Imaginemos que desde pequeños nos hubieran dicho que “derecha” es en donde se encuentra un volante de auto en México o que el color del cielo se llama “verde” o que triste es en realidad “alegre”, tendríamos otra visión del mundo y aún así estaríamos en una realidad aparentemente correcta.
Pero ¿a qué se debe?, bueno un ejemplo claro es decir: Geografía que proviene del latín geos: tierra y grafía (Graphos): descripción, pero el sólo hecho de decir latín ya nos lleva a otro término de indagación epistemológica y así sucesivamente.
De tal forma, encontramos los llamados conocimientos universales (2+2=4 o el dibujo de no fumar, el cual todos comprendemos con verlo sin explicación alguna; el lenguaje corporal de “si” o “no”, etc.), pero ¿universales? En mi opinión: Conocimientos globales, ya que es difícil comprender el mundo, con mayor razón el universo.
El concepto o la definición de “algo” no es pues el real, ni siquiera el mismo concepto de “concepto”, pero existe una adaptación paradigmática cotidiana sin cuestionamientos ni concepciones y con arquetipos del día a día. Pueden incluso cambiar los significados con el tiempo por ejemplo (algún o algunos términos significan o significaban diferente en distintas épocas) “el tiempo no es sólo una sucesión lineal de datos ónticos, se complementa (Vollzieht Sich) en la maduración de quien llega a ser consciente de su tiempo comprendiéndolo”
Del mismo modo, una “cosa” puede y significa diferente en distintas regiones, por ejemplo para ti, ¿qué es una bolsa? Para mí es un saco de cuero u otro material donde una guarda su dinero y demás pertenencias cuando sale a la calle, sin embargo, una bolsa en Venezuela es una persona tonta, en Uruguay una bolsa es la de las compras del supermercado, por ejemplo, y en Ecuador una bolsa es un testículo.
Un ejemplo claro y retomando a Platón (como lo hiciera Kant para su a priori y a posteriori) imaginemos cualquier cosa, un jarrón por ejemplo, en “realidad” todos hemos imaginado un jarrón, esto es pues a lo que Platón considera el mundo de lo real; sin embargo, a pesar de que todos pensamos en un mismo objeto, estoy seguro que diferimos en el tipo de jarrón y/o de las características de éste; esto es pues, el mundo de las ideas.
No se ha dicho ampliamente que la identificación de un concepto –como tipo- depende en cierta forma de las funciones sociales, es decir que los términos varean según la sociedad (regionalismos, albures, doble sentido, “tonitos”, etc.), las instituciones (académicas, gubernamentales, bancarias, etc.) y el tiempo (cambios, agregaciones, modificaciones, letras muertas, etc.). Por ende, una idea de lo que actualmente es, en realidad no es o no será para siempre la misma idea de ese supuesto, ya que como humanos somos finitos, adquirimos información y datos con base a la experiencia, pero ésta es finita y cambiable también. Finalmente la sucesión de este proceso continuará con generaciones venideras, pero con distintas ideologías terminológicas comunicativas.