Se me ha vuelto el corazón pequeño
De tanto andar y desandar
De tanto amar y desamar
Pequeño como un circo en el que nadie ríe
Sin niños que lamenten su partida
De tanto esperar y preguntar
Cómo sigues?
Hay un trozo de ti para salvarme?
En tu boca algún beso me desea?
Qué asomo de nostalgia pertenece a mi nombre?
Hay algún libro tuyo que me extrañe?
Camino sin mis ojos y el camino
Es una enredadera de crepúsculos
Vorágine de sueños delirantes
Untados de canciones olvidadas.
Quiera el Dios de los besos ya negados
Que no se vuelva piedra mi poema.
Texto agregado el 24-02-2017, y leído por 73
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Lectores Opinan
24-02-2017
Cuando llega la madurez, edad del desamor y el hastío. claudio_antonio
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