Si yo tuviera el talento de los grandes poetas para expresar en único soneto lo por, para y contigo vivido
no dudaría en hacerlo. Pero es respeto a esos grandes lo deja en la ilusión de cómo sería.
En ese primer cuarteto expresaría las mariposas en el estómago, las noches en vela porque el día
no fue como yo esperaba, pero siempre con la esperanza de que el siguiente fuese mucho mejor,
los estremezones y escalofríos al estar junto a ti o al cruzar una mirada contigo.
El segundo comenzaría con la desesperanza de la distancia y del correr del tiempo. Cómo se
instala en el alma el jamás a una sola vez.
El primer terceto encabezaría con el retorno, el darse cuenta de que el tiempo no es nada.
continuaría con versos en los que quedaría plasmado cada encuentro, no como si cada uno
de ellos fuese el último sino el primero, con la pasión y ternura que en cada instante de ellos sentimos.
Y para cerrar, un terceto aun no vivido, un terceto por escribir y quedaría por ello con te amé, te amo y te amaré