_ Bueno es tarde, debes descansar y yo también. Me voy a la cama.
_ ¿Te veo mas rato?_ La pregunta que haces logra arrancarme una carcajada.
_ Para ser sincero espero que no, ya he tenido suficientes insomnios durante este mes. Por favor también trata de dormir. Estamos comunicándonos. Buenas noches, besos_ Me despido.
_ Buenas noches Jorge. Descansa_ Te despides y tras unos segundos cierras sesión.
Bostezando apago el computador disfrutando del silencio de la sala; algo cansado busco ver la hora en el reloj que cuelga de una de las paredes, dándome cuenta que son las dos de la mañana con treinta minutos_ Es tiempo de ir al "tuto"_ Digo sonriendo levantándome del escritorio.
Cierro los ventanales del balcón, y hago un extenso recorrido por las salas del departamento para cerciorarme que todo esté desenchufado y apagado.
La totalidad de mi familia duerme plácidamente así que trato de hacer el menor ruido posible; con sumo cuidado me dirijo a la puerta de entrada para poner el cerrojo. Finalmente apagando todas las luces entro al baño a lavarme los dientes.
Estaba con el cepillo en la mano cuando observo que la jabonera se mueve como si alguien la empujara, son solo unos centímetros los que suavemente se desplaza, pero no es la primera vez que sucede. Hace una semana que los objetos se están moviendo a mi alrededor. Pasó anoche con la taza de té, antes de anoche con la cucharilla del azúcar, el fin de semana pasado con mi reproductor musical incluyendo los audífonos, y ahora es el jabón con su recipiente.
_ ¿Quién eres?_ Pregunto mirando a los costados como buscando al causante, o quizás tan solo esperando algún tipo de respuesta.
_ ¿Que es lo que quieres de mí?_ Vuelvo a preguntar. Aguardo algunos segundos pero mi única compañía es la oscuridad, sumados a ella los ruidos provenientes de la calle_ ¡A la mierda! me voy a dormir_ Apago la luz del baño y ahora las penumbras son totales.
_ ¿Estás acá?_ Interrogo nuevamente_ ¿Que es lo que deseas?_ Pero nada, ningún tipo de respuesta.
Afortunadamente apenas ingreso a la cama me quedo dormido, logrando descansar toda la noche sin interrupciones.
Despierto como es usual a las siete de la mañana, hace un calor espantoso y desperezándome me acerco a la ventana para abrirla un poco más, de esta manera ayudo al aire matutino a ingresar con mayor facilidad al dormitorio; es en ese instante cuando ocurre.
Lo primero que siento es su vuelo, y al subir la mirada lo encuentro de frente. Es un colibrí de hermosos colores que aletea rápidamente a la altura de mi mirada. Esta a unos diez centímetros de mi rostro y solo nos separa la transparente y delgada cortina color blanco de mi ventana_¿Que mierda hace acá?_ Estamos a cuatro metros de altura sobre cualquier jardín. Puedo percibir sus ojos mirándome fijamente, no sé si me estaré volviendo loco, pero hay cierta alegría en su actuar.
Viene a mi mente la leyenda guaraní de aquella avecilla; cuentan que cuando una persona fallece su alma se esconde entre los colores y fragancias de las flores, pacientemente esperan por "Mainimbú" aquel ser mágico encomendado por los dioses para llevar los espíritus al paraíso.
Para quienes son amantes de la magia estas avecillas son portadores de mensajes de alegría y amor. Llevan consigo buenos augurios y felicidad; notificando el amor que se plasma en las almas de las personas que se preocupan por uno.
_¿Que haces acá tan temprano? Vaya a beber néctar_ Le digo sonriendo.
La avecilla en un rápido movimiento sube y baja se acerca a mi rostro y retrocediendo en pleno vuelo se aleja. Algún tipo de locura tiene que haberme dejado, pues comienzo a reír de muy buena gana, además que todo este día a pesar de no tener ninguna particularidad ha sido uno de los días más hermosos de este año.
Todo esto pasó anoche y el día de hoy en la mañana; siendo Jueves Veintítres de Febrero del año 2017.
No he olvidado la temprana e inesperada visita del "Mainimbú".
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