Aquí sentado en el regazo de mi mente, donde lamentablemente sostiene hoy en día lo que desbarata normalmente al hombre, al ser, al alma.

No esta mal, ni estoy bien; sin embargo es lo exquisito del sentimiento propio el no saber si se puede bajar o subir mas, solo cuando lo sigues haciendo, no vez fin a nada, y terminas todo. A caso cuentas tus poros?, sin embargos sabes que es un numero el que los define al fin y al cabo, donde quedo la magia, de días esplendidos en donde la concavidad del rostro solo era la deseada, quizá es trágico el momento en que me he sentado a escribir, quizá simplemente el avión que cursa su viaje hoy ha tomado una escala distinta al resto de los días, al resto
de las letras, al resto de los textos.

No quiero volver a escribir, no quiero volver a pensar, esto ya es mas destructivo que mi propio ser. Y es eso, si señores, eso lo que hace tan interesante, brillante
y sublime este momento; algo así como la zarza que se quema incansablemente pero nunca se consume. Las letras rozan cada centímetro de mi imaginación infinita, la cual
no mide, pero alcanza; te veo tan distinta a siempre, tan igual a nunca...sigo vagando, volando...buscando, y es que sin fin he pretendido encontrar la búsqueda, nada mas para no parar, para alardear del constante cambio y el camino borrado, pero no olvidado.

Conmueve la contrariedad del escritor, quien debe escoger entre llevar una vida normal en la que todo va bien, en la que no hay mayores intranquilidades mas que las que da la naturaleza, yo deseo la intranquilidad, me da letras; o acaso por temor al mal ¿dejaremos de sentir? Ven y dame lo mejor de lo malo que tengas, que a punta de textos llegaré al principio y no al final, para no terminarlo.

Aun recuerdo viejas historias nunca contadas, no repasadas; sin embargo mas fuertes que todo.

El pensamiento no deja de llenarme; de incertidumbre, de pena y de sentimientos vacíos, la contradicción mas mágica que he logrado sentir. Para mi sorpresa sigues ahí, llegando y yendo aunque no te muevas, estas mas ausente y presente que nadie, no he podido descifrar nada, ni siquiera un código que me diga como debo mover las piezas o, incluso y mas importante, mi actuar ante ti. Eres gigante e incontenible para alguien que siente de mi manera, ya no se si te pesa el sentimiento o me es muy liviana la carga. Para un tipo que se llena de sentimientos vacíos a propósito de la indolencia que no lleva será difícilmente agradecida tu presencia.

Nos volveremos a ver en otro texto, en otras letras, en otra música.