En esta noche
donde la lluvia es la caricia,
donde el viento es el beso
que hurga en la herida.
Tuve varios hombres
que no fueron amores,
tuve que aprender a vivir de golpe
y me fabriqué ilusiones,
también defendí mis convicciones,
pero hay veces
que los días se bañan de decepciones.
Tanto por callar,
y tanta mugre guardada en el armario,
no te pediré que te quedes,
no preguntaré por vos a los allegados,
te irás de mi vida como has llegado,
y te perderás en mis labios,
para que sean una tentadora perdición
en la travesía de tus años.
No, mi querido,
no seré la mujer de tu vida
porque he decidido ser la mujer de la mía,
no seré el verso creado
porque todo lo que salga de vos será rechazado.
La lluvia amansa
la fiebre del alma,
la soledad se desviste
pa' que sea más liviana la carga.
La poesía es la sangre
que alimenta las fibras del corazón gitano,
y puedes irte,
en las auroras o en los ocasos de este quebranto,
porque cuando caiga en la desdicha
será la imaginación
la que estará hecha a mi medida,
será la pasión que me quema viva
la que provocará la virilidad de tu hombría,
para que cuando me ames
no te sirvas de filibusterismos y de mentiras.
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